Suspiraba mientras llegaba a su casa, no volvería a pisar un hospital en lo que le restaba de mes,que cosas más raras por Dios.
María se aferró a la fuerte enredadera que se cernía sobre la pared hasta llegar a su ventana, una vez en la cornisa quitó su pie de la enredadera y lo levantó y, como siempre, María se resbaló de la cornisa, bajando así un par de centímetros en la enredadera.
María reprimió un grito, esa noche ya había tenido demasiada emoción y no le apetecía saltarse los dientes contra la ventana.
Una vez retomó su camino, esta vez si, paso por la cornisa y entró en su habitación, abriendo la ventana con una pequeña llave que llevaba atada al cuello.
-Joder...-Susurro adolorida mientras levantaba su mano izquierda hasta dejarla a la altura de sus ojos, su palma estaba completamente roja, y la punta de sus dedos así como la palma estaban despellejados.
Rápidamente María cogió el botiquín que tenía bajo la cama, no le solía ocurrir,pero algunas veces lo necesitaba.
-Ahh-intentó reprimir un grito al sentir el alcohol con su piel,
Seguido colocó unas gasas finas y las aseguró con cinta médica.
Miró por última vez el reloj de números verde brillante para, después, caer en los brazos de Morfeo.
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¡¡Sonríe!!
Teen FictionMaría pasa los ratos con su mejor amigo desde hacía años, Carlos, pero un mal pasó le obliga a dejar de vivir para empezar a sobrevivir . Aunque si realmente quieres averiguar de lo que va la historia entonces léela ;3 ||-No admito ningún tipo de ad...