C a t o r c e.

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Aquella chica guardaba sus cosas de estudio en su mochila, la clase de hoy había terminado.

—(1)—habló un compañero y amigo de clase Danny—, ¿podemos juntarnos hoy para hacer el trabajo de toxicología?

—Sí, ahora mismo voy a visitar a alguien, y después te aviso cuando esté en casa.

—Okey, nos vemos más tarde entonces.

El chico le guiñó el ojo sonriendo y salió del aula.

(...)

—Yato—dijo la chica al entrar al templo en construcción.

—Ah, (1), bienvenida.

El tesoro divino preparó algún bocadillo para comer. Ella le contaba a ambos chicos su día en la universidad.

—Debo irme, nos vemos Yato—dijo besando su mejilla y saludando al niño con la mano.

—Yato—le llamó Yukine.

—¿Hm?

—¿Vas a hacerlo?

Aquel Dios frunció el ceño, pensativo y peleando internamente.

—No lo sé.

(...)

—¿Necesitas ayuda?—preguntó Danny mirando a su compañera que buscaba componentes  químicos, algunas reacciones alérgicas.

—Estoy bien. ¿Quieres algo para tomar?

—Con un té verde estaré bien—dijo el chico mientras copiaba los links con la información en el trabajo.

Aquella chica bajó y preparó dos té, uno de manzana y otro de té verde. Estaba por poner unos bocadillos en una bandeja pero al agarrarla tiró la bandeja al plato haciendo ruido, su cabeza comenzaba a doler, dándole una ubicación de un nuevo ayakashi.

—(1) ¿estás bien?—preguntó su compañero bajando las escaleras.

—S-Si, sólo es un dolor de cabeza, no pasa nada.

Aquel chico ayudó a su amiga con la bandeja, poniendo las tazas y aquellos bocadillos y subiendo las escaleras.

—Toma algo yo llevo esto arriba.

La chica sonrió y le hizo caso. Llamó a Yato diciéndole donde estaba el ayakashi.

—No vengas a buscarme, estoy ocupa tengo visitas en casa.

—¿Estás bien?—preguntó.

—Si, estoy en buenas manos.

Cortó la llamada y subió las escaleras, Danny estaba tomando su té verde, mientras seguía escribiendo en la computadora.

—¿Estás bien?—pregunto él mirándola tras asegurar el guardado del archivo.

—Si, no te preocupes, suele agarrarme de vez en cuando.

Ella sentía algo negativo en su habitación.

Era la presencia de un ayakashi y estaba cerca.

—(1), tengo que decirte algo.

El chico se sentó a su lado dándole más inseguridad a la chica.

—Me gustas —se declaró.

Ella lo miró sorprendido y pudo ver detrás de él un ayakashi verde en forma rara de un elefante flotante, tenía una pequeña trompa y repetía "gustar" sin parar.

De su pequeños cuerpo salió un tentáculo que atravesó el pecho de Danny.

Agarró su celular rápidamente llamando a Yato, la ventana se abrió y miró esperanzada de ver a su novio pero vio a Kazuma junto con Bishamon, y que esta última se encargaba del monstruo.

—Bishamon, mi amigo. Por favor ayudalo.

La chica comenzaba a temblar su amigo estaba inconsciente en el suelo y por su cuerpo aparecía el magna maligno.

Kazuma lo trató, borró lo que era necesario de su memoria y ella les agradeció, al rato apareció Yato.

—¿Qué haces aquí vieja pervertida?

—Salvando a tu novia—le dijo la diosa de la guerra.—. Y sabes perfectamente que lo que estás haciendo está mal, relacionarse con los humanos es malo. Ella algún día te olvidara.

Por mas que ella le dijera todo eso él ya lo sabía.

—Bishamon— habló la chica, ella la miró—. Yo nunca, pero, NUNCA me olvidaré de Yato.

La chica miraba a la diosa decidida, aquella mujer sonrió al recordar a aquella mujer que una vez trabajó para ella como vidente.

—Si tú lo dices, vamos Kazuma.

Una vez la diosa salió por la ventana seguida de su tesoro sagrado el Dios menor abrazó a su novia. Miró a su amigo inconsciente sobre el suelo, sin enterarse de nada.

—¿Estarás bien?

—Sí

Besó sus labios y él salió por la ventana.

(...)

—¿Qué me pasó?

Danny miró a su amiga que estaba terminando de imprimir el trabajo.

—Dijiste que tenías sueño y te acostaste en el suelo.

Él frunció el ceño tratando de recordar, pero no lo lograba.

(...)

Aquel Dios estaba bebiendo una cerveza mientras veía la luna, pensaba en su templo que se estaba construyendo y en (1). Él sabia perfectamente que el romance entre un Dios y una persona humana estaba prohibido, pero no le importaba si lograba conseguir estar con ella.

—Definitivamente ya sé que hacer— susurró el Dios dándole otro sorbo a su cerveza.

[CONCLUIDO] Enamorada de un Dios [Noragami] »EDITANDO«Donde viven las historias. Descúbrelo ahora