Serdenpia

Suena el despertador, los pájaros ya se han despertado, ya se escucha el ruido del río haciendo rodar las diminutas piedras del valle, abro los ojos con mucha pereza y puedo ver la ventana cubierta de escarcha solo dejando ver los altos pinos que rodean mi pequeña cabaña, se me escapa una pequeña sonrisa, al ver la serenidad con la que se ha despertado la naturaleza esta mañana.
No tardo mucho en sentarme en la cama, cojo mi bata del colgador, y poso los pies en el frío suelo de madera, recojo la taza de té que dejé en mi mesita ya que me quedé dormida sin quererlo, estaba agotada, me dirijo a la cocina, crujen los tablones de madera a medida que avanzo, me preparo un café con tostadas y mermelada. Hoy es un día especial, lo presiento, me invade la felicidad, hoy tengo ganas de comerme el mundo.
Aprovecho para ordenar un poco la casa, sobretodo la sala de estar, es de un estilo muy rústico, va mucho conmigo, hago una combinación muy bonita con los cojines, con los colores blanco, azul y gris. Doblo las dos mantas pero las dejo caer estratégicamente por el borde del sofá, le da un toque dejado, pero acogedor.

Cojo mi cámara y salgo a explorar el bosque, hoy me siento inspirada, como de costumbre hay manadas de renos bebiendo del arroyo, capté el momento exacto, la luz más pura.

No los molesto mas y me retiro para seguir andando, no me alejo mucho de mi cabaña ya que puede nevar en cualquier momento y sería muy difícil volver; Al cabo de unas horas vuelvo a casa, me quito los zapatos y los dejo en la entrada, me los cambio por "los calcetines" ya que siempre me los pongo para andar por casa. Miro la hora y me doy cuenta de que ya es tarde, tengo que ir a trabajar, me hago una ducha caliente, y me visto con una rebeca blanca, un top de punto que me hice yo misma, y unos pantalones de estampado floral, me pongo mis complementos, cojo la cámara y me subo a mi caravana ya que hoy tengo que hacer una sesión a una pareja en las montañas nevadas, a media hora de aquí. Empieza mi día de trabajo.