Con el cuerpo entumecido por el sueño, frunzo el ceño. Los rayos del sol se filtran a través de las anchas cortinas y me impiden volver a dormirme. Así que abro con dificultad los ojos. La primera visión que tengo hace latir mi corazón de alegría. No puedo evitar sonreír, satisfecha. Porque ella está aquí y me mira tiernamente. Regina. Apoyada en el codo, me está de frente, mi espléndida morena no dice una palabra. Retira un mechón rubio rebelde que se pasea por delante de mis ojos y lo coloca dulcemente detrás de mi oreja. Ese simple gesto hace que se me acelere el corazón. Yo observo cada parcela de su rostro. Nunca dejaré de maravillarme ante su belleza. También ella me contempla. El tiempo se detiene. Ninguna palabra necesita ser pronunciada. Coloco mi mano sobre su pecho y acaricio su piel ambarina. No nos dejamos de mirar. En sus dos orbes negros, leo tantas cosas: alegría, calma, adoración y algo de reconocimiento. Mis caricias suben hacia su mandíbula, sus labios, su cicatriz, su sien, su pómulo...De repente, ella baja la mirada. Y se da la vuelta. Un déjà vu me encoge el corazón. La agarro. No la dejaría partir. No esta vez, no después de lo que me dijo anoche.
«¿Dónde vas?»
Ella me observa, los ojos húmedos. Algo en ella parece roto.
«Emma, todo esto...Tú...no es más que una aventura. Para ti, yo no soy más que...»
Ella se para. Y yo comprendo. Una ola de alivio se apodera de mí. Tengo deseos de reír, porque sé que, a partir de ahora, nada nos impedirá estar juntas.
«Regina...He dejado a Neal»
Ella me mira, los ojos desorbitados. Estupefacta.
«¿Qué?»
«He dejado a Neal. Ya no lo amo. Y se lo he dicho»
No hace ningún movimiento. Me acerco a ella y la beso.
«Tengo tantas ganas de estar contigo»
«Pero, Emma...»
«No hay peros. He pasado demasiadas semanas renegándolo, rechazándolo, pero la evidencia está ahí: no lo he conseguido. Estoy loca por ti. No dejo de pensar en ti»
Ella ríe. Con una risa cristalina que os bloquea todas las terminaciones nerviosas y que os hace planear a quince mil kilómetros por encima de la tierra. Una risa que se sitúa a mitad de camino entre el paraíso y la tentación.
«¿Por qué ríes?»
«Porque has dicho que estás loca por mí. En ti, ese tipo de declaración es raro y sorprendente...»
«Tu "te amo" de ayer, ¿hablamos de eso?»
La pincho. Tengo ganas de saltar, de bailar, de reír como una adolescente que vive su primer gran amor. Pero ella suspira. Parece incómoda. Y en ese instante, me doy cuenta de que después de pasar mi tiempo rechazándola, a partir de ahora tengo ganas de tranquilizarla a cada momento, a cada segundo en que la duda la asalte.
«¿Sabes? Si hablásemos de ello, te diría que es recíproco...»
Ella me sonríe. La adoración que brilla en sus ojos, jamás me acostumbraré. No lo entiendo. ¿Qué es lo que ella encuentra en mí? Beso sus labios imprevistamente como si mi vida dependiera de ello.
«¡Emma, no es una tontería, tú y yo estamos destinadas a ser enemigas!»
Caemos juntas en la cama. Reímos alegremente. Nunca hubiera creído posible esa complicidad con mi mejor rival. Desde hace algunas horas, me siento en mi casa. Nunca había sentido eso con nadie. Como si el hecho de que nos encontrásemos fuera una evidencia...Una palpable evidencia. Es verdad que no es una tontería. Y ¿entonces? Ella se echa sobre mí y me mordisquea ligeramente el labio inferior.
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¿Hasta cuándo?
FanficTRADUCCIÓN del fic francés Jusqu'où? de OnceuponDreamer. No puedo impedirlo. La quiero, a ella. No lo comprendo. Pero me abandono...¿Hasta cuándo? Estas son las palabras del fic original, no quiero poner nada más, para no romper la sorpresa del fic...