Eliza Cullen ( Crepusculo)

Capitulo 1 - Cuando me convirtieron

Nací en Irlanda en 1848, durante una gran hambruna , mis padres no tenían mucho dinero y para cuidarme a mi y a mis dos hermanos mayores perdieron todo. Mi nombre es Elizabeth, todos me llamaban Eliza, mis hermanos eran Henry y Harry. Éramos muy pobres, algunos días apenas podíamos comer, pero de igual forma éramos felices. Mis padres murieron en 1851, yo tenía apenas 3 años y mis hermanos 6 y 9, nos acogieron en un orfanato donde en verdad no se estaba mejor que en la calle, cuando cumplí 5 una pareja de ricos me adopto, perdí el contacto con mis hermanos.

Mi nueva familia era algo extraña, mis tutores, como ellos querían que los llamemos , no salían mucho durante el día, ellos tenían mucho dinero, y sólo me habían adoptado para ayudarme a tener una vida mejor, a mi y a otros cinco niños huérfanos más. No veíamos a nuestros padres adoptivos muy seguido. Crecí en esa casa tan grande con mis otros cinco nuevos hermanos, ellos eran Thomas, de tan sólo un año más que yo, Erin de 8 años, Rebekah de 9 , Owen de 9 y Cormac de 10. Fuimos muy felices, por las mañanas la señorita Felt , una mujer de unos 60 años , nos daba clases, y por las tardes jugaban en nuestros jardines, corríamos por los bosques, nos metíamos en el lago, reíamos sin parar.

Cuando Cormac cumplió 16 años, nuestros tutores, prepararon una fiesta, le dijeron que este día sería decisivo para el. La fiesta se dio por la noche, llegaron muchos hombres y mujeres, todos se parecían bastante a nuestros tutores, eran hermosos, con tez pálida, parecían de esas personas a las que vemos en los anuncios cuando vamos a la ciudad. Nosotros no podíamos bajar, sólo Cormac claro, porque era su fiesta. Thomas, Erin , Rebekah , Owen y yo mirábamos por la parte superior de la escalera, hasta que mi tutor nos vio , y nos hizo señas de que volvamos a nuestras habitaciones. A los pocos segundos la señora Felt que parecía bastante preocupada nos dijo que teníamos que dormir, y que sí oíamos gritos por la noche deberíamos quedarnos quietos en nuestras camas, rezando como ella nos había enseñado, y sin hacer ningún ruido. Por la noche se escucho un grito desgarrador mire a Erin y a Rebekah ya que con ellas compartía la habitación . Erin y yo corríamos a los brazos de Rebekah y juntas nos dormimos abrazadas y con miedo, ese grito era de Cormac.

Nunca jamás volvimos a ver a Cormac, cuando preguntábamos por el nos decían que había podido elegir, y que no quiso tomar el camino de nuestros tutores, y que sería mejor que no preguntemos más, o podríamos seguir su camino. Al año siguiente hicieron una fiesta para Rebekah y para Owen, antes de irse a la fiesta, que también se daba por la noche , les recordé que no hagan lo mismo que Cormac, que elijan el camino de nuestros tutores, esa noche Thomas durmió en nuestra habitación, y por la noche oímos un gritos, primero eran los de Rebekah, gritaba como si se estuviera quemando viva, como si hubiera visto un fantasma, yo comencé a llorar, Thomas se paró en frente de la puerta, como por sí acaso alguien quería abrirla y Erin también lloraba, pero intentaba consolarme, unos minutos después se oyó un fuerte grito de Owen.

Ninguno jamás pregunto que había pasado con ellos, muy pocas veces , aún menos que antes veíamos a nuestros tutores, ellos decían tener unos 30 años, se conservaban perfectamente, un día cuando fuimos al bosque, los vimos corriendo, jamás había visto a alguien corriendo así, era como si fueran un rayo, apenas se los podía ver, ellos no nos vieron, pero como si fuera por instinto de conservación jamás dijimos que los habíamos visto.

Unos meses después Erin cumplía 16, y no le festejaron ninguna fiesta, para nosotros fue un alivio, ya que después de esas fiestas, desaparecían. Una mañana muy gris, estaba a punto de llover, comenzamos a desayunar cuando llegaron nuestros tutores, nunca nos visitaban.

- Buenos días Erin, Thomas, Elizabeth -. Sólo las personas que se enojaban conmigo me decían por mi nombre completo.

- Buenos días - contestamos todos al unísono.