Capítulo Dos

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El menor movió con cuidado el cuerpo de su novio para despertarlo. El pelinegro abrió los ojos ante los susurros del castaño y se desperezó con total tranquilidad:

- ¿Ya acabó la clase? –miró alrededor y vio que estaban solos.

- Ya han pasado todas las primeras horas –hizo un mohín-. Y me has dejado morirme del aburrimiento.

- Lo siento, mi amor –le acarició la mejilla-. Pero sabes que anoche llegué tarde y no he dormido mucho –se acercó para depositar un dulce beso en sus labios.

- Me creería esa excusa si no fuera porque siempre te duermes en clase –sonrió mientras se levantaba de su asiento. Ya había guardado todas sus cosas antes de que el otro despertara.

- Mierda –pronunció en tono bajo acercándose a su pareja-. Me has descubierto –lo sujetó de la cintura con esa mirada seductora que tanto le gustaba. Esa mirada del más bajo que lo embelesaba y lo seducía por completo.

El castaño se ruborizó llevando ambas manos a su rostro por la vergüenza:

- No te tapes, bonito –sujetó sus muñecas y las apartó son suavidad-. TaeTae –susurró sobre los labios contrarios.

Jimin podía sentir como el delicado cuerpo se estremecía y a la vez se deleitaba con esas sensaciones. Levantó su mano y perfiló con gentileza la línea de su mandíbula, tentándolo, acariciando tan perfecto rostro, relamiéndose:

- Eres tan hermoso, pequeño –y él adoraba cuando lo halagaba de esa forma, cuando le hacía saber lo mucho que le importaba y amaba en pocas palabras. Porque esa forma de mirarlo, la de acariciarlo e incluso la de llamarlo le recordaba cuánto los amaba a ellos dos, porque solo ellos eran capaces de mirarlo así.

- No digas eso –murmuró.

- Digo la verdad –sonrió y atrapó con su labio el inferior del castaño para después soltarlo y besarlo de manera profunda, con deseo, pero con amor y cariño sobre todo lo demás.

Cuando se separaron Taehyung lo abrazó fuertemente:

- No quiero que nos dejes nunca –articuló en el cuello del contrario.

Jimin sonrió con tristeza, porque sabía a lo que se refería:

- Nadie va a alejarme de ustedes –lo apretó más fuerte de la cintura como si tuviera miedo de no cumplir su palabra.

- ¿Me lo prometes?

- Te lo prometo –le dejó un pequeño beso en su cuello-. Ahora vamos a comer, ¿de acuerdo?

- Vamos –asintió separándose.





Los dos jóvenes se dirigieron a la cafetería de la universidad sin prisas. Por suerte, no había nadie por los pasillos por lo que podían ir con total tranquilidad:

- ¿Tienes hambre? –cuestionó el pelinegro.

- No mucha –dijo meditándolo-. Comí demasiado antes de venir a clase –soltó una risita. Le encantaba la comida y siempre que podía se atiborraba, aunque luego le doliera el estómago. ¿Tú?

- Yo no –le dio una pequeña sonrisa.

- Esta mañana tampoco comiste mucho –dijo preocupado-. Deberías comer más –Jimin era el que menos comía y Taehyung siempre intentaba convencerle de que lo hiciera.

Love Beat [JiKookV] {Corrigiendo}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora