Estaba harto, me había peleado con mis papás, así que me fui de casa. Como no tenía a donde ir decidí hablar con un amigo, me dijo que sí.
Ya habían pasado dos días, por lo que volví a casa. Ya era hora de arreglar las cosas y que todo siga como antes.
Cuando llegue a mi casa mi corazón empezó a latir más rápido, esto era imposible. La casa se estaba incendiando y había bomberos por doquier.
Pasaron unos minutos y el fuego desapareció, pero la casa estaba toda negra y todavía había un poco de humo. ¿Dónde está mi familia?
Deseaba que nadie hubiese estado adentro, que pueda volver a ver a mis papás y decirles lo cuanto que lo siento y los amo. Que mi hermanita haya estado en la casa de una amiga y cuando la vaya a buscar me abrazara.
Pero no, al escuchar la respuesta de los bomberos toda esperanza desapareció. Mis papás habían muerto, se quemaron vivos, y mi hermana no estaba en la casa. ¿Acaso eso era bueno? ¿Estaba viva? ¿Dónde podría estar?
Horas, días y semanas pasaron. Nunca encontré a mi hermanita, traté de hablar con sus amigas pero nadie sabía nada. Estaba destrozado, no encontraba razón para vivir, todo lo importante se había esfumado como ceniza.
Mis amigos me ayudaron, todos los días venían y me animaban, ya que me había mudado con mis abuelos. Cuando tuve que ir a la universidad me fui a vivir con mis amigos. Poco a poco me acostumbre a esto, la muerte de mis padres, la desaparición de mi hermana, tenía que ser fuerte por ellos.
...
- Viene alguien nuevo a la universidad, ¿Quién será? – Era extraño que en esta época del año venga alguien nuevo.
- Según los chismes que escuche por ahí es mujer – Sally era la chica más chismosa de toda la universidad, siempre se enteraba de todo.
- Tal vez tengas oportunidad – Me dice Frank, mi mejor amigo. Desde que llegamos aquí que me quieren conseguir novia, pero no tengo ánimo para estar en una relación seria.
- Ya veremos – Le digo solo para que no siga hablando de eso.
...
Un día común estaba caminando por los pasillos de la universidad, me detuve al ver a mis amigos hablando y voy hasta ellos. Como todavía faltaban unos minutos para que la campana suene, seguimos hablando de temas triviales.
- Erik – Mi nombre hizo que todos paremos de hablar, mis amigos me miraban curiosos. Esa voz, se me hacía familiarmente conocida.
- Es la chica nueva – Me susurra Jean.
No sabía si era mi imaginación o la vida me estaba haciendo una mala pasada. Cuando me di vuelta y la vi caminar hacia mí sentí que fueron los segundos más eternos de mi vida.
Era ella, la chica por la que me desvele muchas noches buscándola, mi hermana menor. Estaba ahí, en la universidad, sonriéndome. Llegó a mi lado y me abrazo como nunca, desde ese día que lo necesitaba, la había extrañado mucho. Y lo que más me alegraba es que estaba acá conmigo, viva.
¿Dónde has estado? – Necesitaba saber que había pasado.
FIN