De todos hasta ese día ninguno.

¿Y yo que puedo decirte?

Hoy estás aquí, pidiéndome que escuche por unos segundos lo que tienes que decirme, para que me des tus razones y explicaciones del porque hiciste tantas cosas pasando por encima de mi y de todo el enorme amor que yo te tenía y.... ¿Que puedo decirte? Esta vez no estoy brincando de emoción por saber de ti, y es que creo que cada vez que te ibas te llevabas algo de mi, y sin duda cuando regresabas esa parte no lo hacia, te llevabas mis ganas de amarte, mis ganas de luchar por ti y por este amor que me juraba a mí misma que era eterno...¿Eterno? Es una palabra bastante comprometedora, algo que no puedes decir a menos que realmente lo sientas, porque las personas solemos creerla cuando sale de los labios de la persona que tanto amamos.

¿Hoy que puedo decirte? Es que simplemente ¿Que puedo platicarte? Lo bien que me ha ido quizá, y lo libre que me siento en estos momentos, claro que no fue así siempre, hubo días muy duros...Noches enteras en las que no podía cerrar los ojos hasta después de horas de llorar, pero sin duda eso era parte de mi duelo...Era parte de haberme ido por completo de ti, era parte de sentir que te habías llevado la mitad de lo que era, era parte de desgarrarme por dentro y a la vez reconstruirme.

Amarte me hizo aprender tantas cosas, me hizo ver más de diez mil cosas completamente diferentes y sin duda hermosas, me hiciste tambalear tantas veces para bien y para mal, me entregue completa contigo, sin miedo alguno y no pude haberlo hecho mejor...Y es que te di tanto que simplemente no me di cuenta en qué momento yo me quede sin nada, sin nada de mi, sin nada de ti...Sin nada de nosotras.

Me construiste de alguna manera tan perfecta, para romperme tan cómodamente a tu modo, y jamás pienses que es un reproche, porque jamás te reprocharía por nada del mundo todo esto que pasamos juntas, mis errores y los tuyos nos llevaron por caminos diferentes, pero mi amor por ti ahí estaba, firme y cada vez más grande. En fin...Cada noche sin ti, al irte me parecía peor cada vez, y es que hasta respirar me costaba trabajo...Pues estaba respirando con un solo pulmón, estaba viviendo con la mitad de mi corazón (Por muy cursi que pueda sonar eso) Me dolía cada mañana al despertar, me dolía ese vacío al sentir que ya no era yo, que ya no eras tú y que simplemente ya no seríamos las dos, y cada día parecía ser más doloroso y cada vez veía todo un poco más oscuro, cada vez más triste. ¿Y es que como se suponía que tenía que seguir sin mi "Alma gemela"? ¿Como se suponía que iba a respirar sin ti? ¿Como si te habías llevado la mitad de mi vida contigo? Estar en cualquier lugar dolía. La recamara, la sala, la cocina y hasta la puerta me hablaba de ti, y todo se sentía tan solo, todo junto conmigo estaba luchando con tu ausencia.
Mi lucha era constante, y esa batalla entre el amarte por tanto y odiarte por haberme dejado tan Solá, por haberme dejado con tanto amor entre los brazos, con el coraje constante por haberme mentido tantas veces, por haberme fallado de todas las maneras posibles, y creo pensar que era lo que más me dolía, tu falla, tu falta de lealtad y de amor.

Cada día buscaba desesperadamente alguna razón en las mañanas para salir de la cama, para salir de la casa, para seguir mi vida, buscaba desesperadamente la manera más rápida y fácil del olvidarte, y es que te tenía tan dentro de mí que me ardía cada vez que respiraba,  porque no querías salirte, porque no me dejabas sacarte y porque de alguna manera yo no quería sacarte de mi...De alguna manera necesitaba ese dolor para saber que habías sido real y que no solo habías sido una ilusión, que en algún momento te tuve, pude verte, tocarte, besarte...simplemente amarte.