CAPITULO 84 Propuesta dolorosa. Parte I.

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---Shinobu---

Me sorprendí tanto ante las palabras de Duck.

Realmente no me lo esperaba.

Él me sonrió y beso mi mano.

-D-Duck.
-Desde el primer momento que te conocí caí rendido a tus pies.
-...
-Me gustas tanto, te amo Shinobu.
-Mira yo...
-Déjame ser quien vele tus sueños, quien te amé, quien te proteja, tratare a Rintaro como mi hijo.
-¿Eh? ¿Cómo sabes de Rintaro?
-Cuando me interesa alguien quiero saber todo de esa persona.
-Duck...
-Déjame de estar contigo, dame esa oportunidad.
-Lo siento yo...

Entrelazo nuestros dedos y suspire.

-Ya tengo a alguien a mi lado. –aparte mi mano.
-Shinobu.
-Lo amo a él, incluso, -sonreí- estoy esperando un bebé suyo.
-Eso...
-Lo siento Duck, espero puedas encontrar a otra persona que te haga feliz.
-Te amo a ti.
-Pero yo...
-Solo una oportunidad.
-¡Podrías soltar a mi prometido!

Me di cuenta que Miyagi estaba frente a nosotros y solté la mano de Duck.

-Miyagi.
-Hola amor.
-Así que él es tu pareja.
-Si Duck, te presento a Miyagi You mi prometido, -sonreí- Miyagi él es Duck, un amigo.
-Mucho gusto Duck, lamento si me puse pesado pero soy muy celoso y posesivo.
-Ya veo, creo que yo estaría igual que tú.

Miyagi y Duck se miraron fijamente como si se dijeran algo con la mirada.

Me sentí un poco incómodo en esta situación.

Fije mi mirada a otro lado hasta que sentí una mano en la mía.

-Espero verte otro día.
-D-Duck.
-Saluda al pequeño de mi parte, -hizo una reverencia- y muchas felicidades por el nuevo bebé.
-Gracias Duck.

Él se marchó y Miyagi se sentó frente a mí.

-Ese hombre...
-Cálmate un poco Miyagi.
-No puedo hacerlo, ese tipo intentaba seducirte.
-Creo que exageras un poco.
-Se nota que se moría por ti.
-Fue lo que dijo.
-¿Ah? MALDITO IRÉ Y...

Lo tome del brazo y le sonreí.

-No seas tan celoso.
-¿Quién es celoso?
-Solo te amo a ti Miyagi.
-¿Mucho?
-Sí. –lo bese.





---Ishi---

Al menos uno de los hermanos ha muerto.

Esa maldita reina despreciable.

Ha hecho mucho daño.

Solo espero que todo termine pronto.

-Ishi.
-Capitán Okiwara.
-Me alegro que estés bien.
-Lo mismo digo Lutz. –sonreí.

Él me abrazó y me aferre a él.

-Gracias por cuidarme siempre.
-Esa es mi misión personal.
-Gracias.

Él acaricio mi mejilla y sonreí.

-Tus hermanos deben estar preocupados por ti.
-Les mande un mensaje, les dije que llegaría tarde.
-Ya veo.
-Deberías descansar Lutz fue una dura batalla.
-No hay descanso cuando debo de cuidar a la hermosa joya del reino.
-N-No digas eso, -desvié mi mirada- es vergonzoso.
-Es la verdad. –sonrió.
-Lutz.
-Ishi, tú a mi...
-¡¡¡ISHI!!!

Voltee atrás de Lutz y Kyo venía corriendo en nuestra dirección.

-Kyo.

Él llego a mi lado y me cargo.

-Waaa ¿q-qué haces? –me sorprendí.
-Estoy feliz que estés a salvo.
-Y-Yo también estoy feliz que estés bien.

Kyo me sonrió y desvié mi mirada.

-Ishi...
-Lamento interrumpirlos, -comento Lutz- pero debo llevar a Ishi de vuelta con sus hermanos.

Me aparte de Kyo y sonreí.

-Hablare con mis hermanos sobre lo ocurrido, mandaremos a nuestros mejores estrategas para ayudar.
-¿No puedes quedarte un poco más?
-Lo siento.

Lutz me sonrió y camine a su lado.

-En ese caso iré contigo.
-Kyo yo te recomiendo que te quedes aquí, los chicos te necesitan.

Kyo miro a Lutz y frunció el ceño.

-¿Pasa algo?
-No precisamente, -suspiro- espero vengas a visitarnos.
-Lo haré. –prometí.

Lutz me sujeto de la cintura y caminamos hasta el auto.

Es mi impresión o...

¿No se cayeron bien?





---Hiroki---

Maldito Mookyul.

Sabía que algo tramaba.

Que haría algo.

Pero no pensé que tan pronto.

Por eso su actitud.

Tan tranquilo.

¿Por qué Yukito?

Mi hermanito no tiene la culpa.

Maldita sea.

¿Cómo ayudarlo?

Debí haberme quedado con Mookyul.

Debí hacerlo.

Maldición.

Yukito.

Perdóname hermanito.

Lo siento tanto.

-¡Hiro-san! –exclamo Nowaki.
-N-Nowaki.

Él sujeto mis manos y acaricio mis nudillos.

-Los tienes rojos amor, relájate un poco.
-No puedo, mi hermano.
-Lo encontraremos.
-E-Es que lo hubieras escuchado, ese idiota lo estaba...

Nowaki me abrazo fuertemente.

No sé qué puedo hacer.

Ni que decir.

Me siento como un completo imbécil.

Mi hermano está sufriendo.

¿Por qué él?

¿Por qué él y no yo?

Maldito hijo de...

Nowaki beso mis mejillas y coloco mi cabeza en su pecho.

-Confía en nosotros, lo encontraremos.
-Eso trato.
-Ya varios guardias junto con Rick están buscando a Yukito, sin olvidar a Akihiko.
-Aun así...

Me tomo del mentón y me beso.

-Tranquilo mi amor, todo debe estar tranquilo, por nuestro bebé.
-Pides cosas imposibles.
-Hazlo mi amor, debes de estar bien.

Respire profundamente y lo mire.

Él me cargo y me llevo hasta nuestra habitación.

-Es mejor que duermas, yo iré a alimentar a Yumi.
-Gracias.

Él me beso y se fue de la habitación.

Mire por la ventana y suspire.

Mi celular comenzó a sonar y lo respondí.

-¿Sí?
-Suenas ansioso. –rio.
-Maldito infeliz. –gruñí.
-Hola amor.
-DEJA IR A MI HERMANO.
-No, le tengo cariño a ese chico.
-JODER-
-Amor, no te enojes, tengo amor para los dos.
-Por favor...
-No te preocupes ahora esta dormido, aunque juego un poco con su entrada, es delicioso ver como mi semen escurre por sus piernas.
-MALDITO ENFERMO JURO QUE...
-No estás en posición de amenazar.
-...
-Quiero que vengas a mí.
-¿Eh?
-Quieres que deje en paz a Yukito ¿no?
-Si.
-Entones cambiaras su lugar.
-...
-Vendrás solo al parque mañana a las 12, estaré observando.
-Mi hermano.
-No soy tan idiota para llevarlo, no confió en ti.
-Pero...
-Cuando estemos en el lugar lo dejaré libre.

Mordí mi uña hasta romperla

-Y... ¿Qué dices?

Sé que esto es una maldita trampa.

Pero...

No quiero dejar a mi hermano.

Debo...

-Iré, estaré ahí.
-Genial, te mandaré mensaje con las instrucciones.





---Dimitri---

Tsumori se quedó dormido mientras acariciaba su cabello.

Mi corazón se siente tranquilo.

Pensé que lo perdía.

No podía permitírmelo.

Tsumori...

Mi amor.

-Su majestad.
-¿Huh?
-Algunos duques han llegado.
-...
-Parece que se enteraron del percance.
-Entiendo, iré en un segundo.
-Hai.

Me acerque a los labios de Tsumori y lo bese.

-T-Te amo. –murmure.
-Y yo a ti.

Me sonroje al escuchar la voz de Tsumori.

-No te vayas. –beso mi mano.
-Debo atender las propuestas.
-¿Propuestas?

Respire profundamente y lo mire.

-Vienen a ofrecer a sus hijos.
-¿Ah?
-Tranquilo Tsumori.
-¿Cómo que...?
-Son propuestas de matrimonio, -comente- pero las voy a negar.
-ESO HOMBRES...
-Tsumori relájate.
-No, yo iré contigo.
-Debes descansar.
-Eres mi novio y debo protegerte.
-Sí pero...

Él se levantó de la cama lentamente.

-¡Tsumori!
-Ya he descansado bien, además soy como un roble.
-Ah, -suspire- eres un terco.

Lo deje cambiarse y le pedí a los guardias que me ayudaran a llevarlo.

En verdad es un hombre obstinado.

Caminamos hasta la sala y los guardias lo ayudaron a sentarse en una silla.

-Rey Dimitri. –comentaron todos mientras hacían una reverencia.
-¿Me mandaron llamar?
-Sí su majestad, nosotros queremos hablar sobre... -comento uno de ellos.
-Que usted debería casarse, debe tener a alguien a su lado para gobernar.
-Y nuestros hijos...
-Lo siento pero Dimitri no se casara con alguno de sus hijos.

Todos miraron a Tsumori quien se levantó de su asiento.

-Dimitri es el amor de mi vida y yo el suyo, no necesita a nadie más.





---Akihiko---

Maldita sea.

No está aquí.

Mi Yukito.

Mi hermoso Yukito.

Ese hombre...

MALDITO MOOKYUL.

Debo encontrar a mi niño.

No puedo permitir que le hagan daño.

Corrí apresuradamente por todo el lugar.

Buscando habitación por habitación.

Pero no encontré nada.


Me estoy desesperando.

En verdad.

Joder.

Yukito aguanta un poco.

Te salvaré lo juro.

Después de tanto buscar salí de la casa.

Mire los documentos que me habían enviado para buscar más propiedades.

Joder...

Debí empezar con las más cercanas.

-¿Usagi-san?
-Misaki. –murmure.

Él se acercó a mí y me abrazo.

-No sabes cuánto te extrañe. –susurro.

Lo aparte un poco brusco.

-¿Qué diablos quieres?
-Solo quería decirte que te amo y que...
-No tengo tiempo. –lo aparte.

Camine hacía la estación y de nuevo me abrazo.

-Usagi-san.
-¿NO LO ENTIENDES?
-Lo siento.
-¿Ah?

Sentí un fuerte golpe en la nuca y caí al piso.

-Lo siento hijo pero, -comento mi padre- no quiero que estés a lado de ese idiota.






---Roderich---

Todos estamos preocupado pro Yukito.

Mi hermana se quedó con mi niña, mientras yo trataba algunas de las heridas de Gilbert.

-Entonces escapo. –murmure.
-No te preocupes mi amor, lo encontraré y acabaré con él.
-Gilbert, no me gustaría que te hiciera daño.
-No me pasara nada.
-Tengo miedo Gilbert.
-Tranquilo mi amor.

Me abrazo y me acurruque en su pecho.

-Aquí estoy mi amor, no te dejaré ir.
-¿Cuándo acabará la pesadilla?
-Espero que pronto.  

Sentimientos Ocultos - Junjou egoistDonde viven las historias. Descúbrelo ahora