Romper el Cascarón.

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Ser mayor de edad no es la gran cosa, en realidad es un desafío, más cuando te haz mudado de casa de tus padres porque siempre quisiste vivir en la ciudad.

Soy Louren pero mis amigos me llaman Lou aunque la verdad no son muchos, la vida en Volendam (Holanda) no estaba mal, pero era un pueblo pequeño lo que me hacía pensar que si me quedaba la vida entera allí mis expectativas nunca serían más grandes que este pequeño puerto, cuando me sentaba a fotografiar los barcos y veleros que se acercaban o partían sobre las inmensas aguas me gustaba imaginar que algún día iría en uno de estos, directo a un nuevo paisaje, nuevas aguas y nuevas personas.

Era la mañana del 27 de Abril y voz de mi madre me despertó.

- A desayunar, Lou - dijo mientras abría las cortinas de mi habitación. 

-Me baño y bajo- le dije mientras esta cruzaba la puerta de mi habitación y asentía.

Pude notar que la noche anterior dejé una maleta a medio hacer porque el sueño me vencía, organicé unas ultimas cosas, me duché me vestí con algo cómodo para el viaje, metí el resto de ropa que había en mi armario dentro de la maleta y bajé con esta a la sala del primer piso.

- Aún no creo que te vayas de esta casa- dijo mi madre mientras ponía mi plato sobre la mesa.

- Es increíble para todos, cariño- le respondió mi padre mientras tomaba un sorbo de café y me miraba. 

- Amsterdam está a un paso de aquí, ustedes siempre exageran todo- les respondí yo mientras me sentaba junto a papá.

- Sólo será raro no tenerte bajo nuestro mismo techo- dijo mi madre.

Los tres desayunamos mientras papá nos contaba las noticias que aparecieron en el diario de hoy, era de esos hombres que se habían pensionado a sus 35 como profesor de Historia y siempre leía el periódico en el balcón de la casa, mamá daba clases de baile en el salón de artes del pueblo y muchas niñas apostaban porque yo también era una gran bailarina como ella pero no, lamentablemente para muchos yo tenía dos pies izquierdos aunque a mí nunca me interesó mucho la danza; lo mío es la fotografía. 

" El vuelo hacia Amsterdam parte en tan solo 30 minutos, se les recomienda abordar ahora"

- Se escuchó decir en todo el aeropuerto, ya era hora de decir adiós. Miro a mi madre, ella esconde sus ojos aguados y me da un abrazo- Prométeme que llamarás, comerás y te cuidarás mucho -dice entre sollozos.

El turno ahora es de papá, me toma en sus brazos y me levanta un poco del suelo - Persigue tus sueños y sé la mejor- me dice mientras me suelta y yo sólo digo que sí con mi cabeza porque no quiero llorar, les digo que los amo y parto con mis maletas, la universidad de Amsterdam me espera. 




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