Oscuridad. Solo oscuridad. Y de repente... la Luna. Una enorme y hermosa luna brillando ante mis ojos. Me incorporo. Estoy en un bosque frondoso, no veo más allá de la hilera de árboles que me rodea. No recuerdo como llegué hasta aquí; pero recuerdo a un ser muy alto, con más brazos de lo normal. Sigo visualizando a ese ser en mi mente, llego a su rostro y entonces lo recuerdo. No es normal, su rostro no muestra facciones, ni ojos, ni boca, nada. Su vestimenta consiste en un traje negro con camisa blanca y corbata negra. Intento escapar, pero es inútil, las ramas me cortan el paso. De repente se me eriza la piel. Lo siento. El está aquí. Observándome. No sé desde donde, pero lo noto. Giro sobre mí misma, un ruido me sobresalta y al mirar hacia donde suena, ahí está. Ese ser de mis pesadillas. Me giro y trato de correr, las ramas me arañan y me frenan, pero mi deseo de escapar me da fuerzas para seguir adelante. Llego a un pequeño claro y me detengo, estoy exhausta. Creo que lo he perdido, pero al girarme ahí está de nuevo, como un fantasma. Quedo paralizada por el miedo, quiero correr pero no puedo, mis pies no reaccionan. Sus tentáculos salen de su espalda y poco a poco se acercan a mi. Me recorren de arriba a abajo. Sujetan mis brazos y piernas. Reacciono. Pataleo pero es muy fuerte y no consigo liberarme. Sube otro de sus tentáculos hacia mi cuello. Sé que voy a morir. Dejo de patalear. Pienso en mi familia y amigos. Y también en como llegué hasta esta situación. No consigo recordar como lo hice. Mientras ese ser aprieta más y más contra mi cuello, dejándome sin aire, me despido de mi familia y amigos mentalmente. Y luego, solo vuelvo a sumirme en la oscuridad.