el omega perfecto | BTS

【 sobre el fin del mundo 】 - kookv

ser el omega perfecto para hobi no es nada fácil, pero no me importa porque puedo mantenerme en esta rutina que ya se ha hecho costumbre.

a él le gusta ver un cuerpo delgado que no muestre las costillas pero que tampoco se muestren rollitos por lo que tengo una dieta semanal que voy cambiando para no aburrirme y salgo a correr todos los días a la mañana. al principio, desayunar una tostada sin nada y tomar leche se me hacía un poco raro ya que mi cuerpo no lo asimilaba del todo bien, mas al otro día ya pude estar sin tener hambre todo el santo día. siempre cambio eso por un buñuelo y leche o algo así para que no sea repetitivo. además, así no me rugen las tripas a la hora del almuerzo porque generalmente lo dulce me llena más.

a hobi también le gusta que mi cuerpo no tenga imperfecciones así que trato de cuidar mi piel con cremas que la hacen suave. al principio, cuando bajé mucho de peso, noté que la celulitis había dejado secuelas y lloré mucho tiempo, mas kookie estuvo para mí y me ayudó a hacerla casi invisible.

kookie siempre me ayuda, él es tan bueno. hay veces en que el celo llega justo en medio de clases. él al ser un alfa lo capta rápido porque se sienta a mi lado o siempre estamos juntos, y lleva supresores para esos momentos. me controla tan bien mi mejor amigo que no sé qué haría sin él.

al fin las clases han terminado, me siento libre. kookie guarda sus cosas muy rápido causando gracia a cualquiera que lo vea. parece una rata asustada tirando sus libros sin cuidado dentro de su mochila mientra mira a todas partes.

—creo que alguien está asustado —se burla jiminnie carcajeándose de la expresión de nuestro amigo—. ¿qué sucede, jungkook?

—sucede que estoy sintiendo el olor de tae demasiado fuerte y no traje supresores —murmura entre dientes cerrando con fuerza su bolso y colgándoselo—. taehyung, ¿hoseok vendrá por ti o corro a la enfermería?

—él dijo que i- —mi oración es interrumpida por el sonido de una notificación emitida por mi celular. lo prendo y desbloqueo con el ceño fruncido para encontrar un mensaje de mi novio que dice que no podrá estar conmigo hoy a la tarde—. ¿podrías correr, kookie?

—¡corre como la rata que eres! —grita jimin a la vez que mi mejor amigo toma carrera hacia la enfermería. normalmente reiría pero no siento las ganas, y mi otro mejor amigo rubio lo nota enseguida—. ¿qué pasa, taetae? ¿te duele, quieres que llame a hobi-hyung?

—no, él no vendrá —aviso mientras siento mis ojos aguarse—. no lo entiendo, jimin... él me dijo que hoy lo pasaríamos juntos, pero al parecer irse a otra parte con sus amigos es más importante que nuestro aniversario.

no aguanto más y me rompo escondiéndome entre los brazos de mi pequeño amigo. jimin nos guía hacia un asiento y permanecemos juntos hasta escuchar los pasos acelerados de jungkookie.

—¡tae! —exclama preocupado corriendo hacia mí. extiende una pastilla y saca de su mochila una botella de agua que sostiene hasta que introduzco el medicamento en mi boca—. no me digas que...

—¡lo olvidó, jungkookie! —termino por él lanzándome a su pecho.

jungkook pasa mucho tiempo a mi lado debido a que somos vecinos y nos vemos todos los días. él es muy travieso; en el pasado nos conocimos porque para escapar de su casa saltó de su balcón al mío y se escabulló en mi habitación, desde entonces hace siempre lo mismo por las noches hasta altas horas de la madrugada, donde nos quedamos dormidos en mi cama luego de jugar videojuegos o hablar de cosas sin sentido.

recuerdo que una vez nos descubrió mi hermano mayor, yoongi, y él se asustó tanto que no vino por un mes entero a la vez que dejó de hablarme. tuve que recurrir al llanto para que volviese a hacer lo mismo y negociar con mi hermano sobre darle la oportunidad de tener una cita con jiminnie. ese maldito... ¡desde ese entonces, jimin casi nunca la pasa con nosotros cuando vamos a mi casa!

pero no niego que mi hermano mayor es el mejor de todos y que tendríamos que cerrar la boca para que no mate a mi novio.

al parecer, jungkook y yo pensamos lo mismo ya que giramos nuestras cabezas al mismo tiempo para observar a nuestro rubio amigo.

—¿qué me miran? ¿tengo algo en la cara? —inquiere tocando su rostro con sus pequeñas manos.

—no le digas a yoongi-hyung sobre esto. —mi hermano mayor debe ser el único que recibe respeto de parte de kookie, me da risa. mi mejor amigo únicamente le dice hyung a él.

—no iba a decirle tampoco —se defiende haciendo un puchero. en él se ven tiernos—. sé que lo mataría, y mi novio no debe mancharse las manos con sangre de caballo podrido.

todos reímos. conocemos a hobi desde que ingresamos a la primaria. a pesar de ser un año mayor, él se lleva bien con toda la escuela por lo que en el momento fue muy popular y lo conocimos por medio de mi hermano. bromeábamos sobre la forma de su cara como la de un caballo muy seguido.

—taetae... —susurra jiminnie abriendo un poco su boca. alzo una ceja sin saber qué sucede. pienso en ver la expresión de kook, mas un dolor muy fuerte invade mi cuello. en mi marca de unión, exactamente—. dios, está sangrando.

compruebo con cierto miedo que lo que dice mi mejor amigo es verdad. es mucha sangre la que está solamente en mi mano, no quiero imaginar mi cuello.

—ahora sí llamaré a yoongi, tae —habla jiminnie levantándose del asiento en el que se encontraba a mi lado a la vez que saca su celular.

duele mucho, es como si... no.

—¡kookie, dime que no se está cerrando! —grito con dolor y lágrimas. jungkook se queda callado apretándome más contra su pecho. no, no, no...—. kookie...

—no te esfuerces, te dolerá más —atina a decir acariciando mis cabellos. puedo sentir cómo mis células se esfuerzan para reproducirse y tapar los lugares donde deberían estar los colmillos de mi novio. lloro a gritos, realmente duele y no solo por fuera. siento a mi corazón estrujarse.

—no puede ser... él me dijo que sería su omega elegido para toda la vida... ¡él lo juró! —mi cuello pide a gritos algo que calme el dolor. intento refugiarme más en los brazos de jungkook, tratando de evadir todo lo que está pasando.

no sé cuánto tiempo pasa, tal vez segundos, hasta que de la herida en mi cuello disminuye bastante el dolor. algo cubriendo mi marca con un dulce calor.

los labios de kookie se encuentran en lo que antes era mi marca, que ahora está a mitad de ser borrada. pequeños besos son depositados allí, con cuidado y amor. una, dos, tres, cuatro lamidas alrededor de aquel lugar.

—kookie —susurro sorbiendo mi nariz. él besa nuevamente y crea un camino hacia mi hombro. sus ojos vuelven a verme—. yo...

—esperaré —dictamina con seguridad tomándome de la cintura para sentarme con cuidado sobre su regazo. mis piernas a cada costado de él—. pero que quede claro, kim taehyung... tú eres de ahora en más mío y sólo mío, ¿está bien?

asiento sintiendo nuevamente el calor de su boca en mi herida casi curada, dejando castos besos por aquí y por allá hasta llegar a mis labios. cierro mis ojos hasta que la calidez abrasadora que aquellos labios me brindan cubren mis belfos con delicadeza extrema.

un beso, corto y tierno, es depositado antes de alejarse un poco y juntar nuestras frentes.

—no pienses que es el fin del mundo...

—no lo hago.

no podría ser el fin del mundo si él está a mi lado de ahora en adelante.