Capitulo siete: "Cuando el corazón late..."

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-Señor Jones ¿Cómo debe ser el elegido principal? -Preguntó Ángel a la edad de nueve años, haciendo que a su profesor le brillaran los ojos.

-Bueno, la profecía no nos dice con exactitud cómo debe ser. -Comenzó a explicar el maestro acomodándose los lentes. -Pero de seguro, tiene que ser alguien valiente, inteligente, fuerte y con mucha capacidad para resolver problemas. En resumen: Alguien increíble.

ANGEL POV (Ocho años después)

Había escuchado muchas especulaciones acerca del elegido. Muchos decían que debía ser alguien inteligente, otros se iban por la opción de una persona valiente. Había un grupo que decía que debía tener súper fuerza. Mi padre, sin embargo, me decía diariamente que debía ser perfecto. Una persona que abarcara todos los ámbitos: Valiente, inteligente, fuerte, con una habilidad especial, alta resistencia, y sobre todo...No ser sentimentalista.

Y debido a que mi padre buscaba la perfección, he aquí su creación. Su único hijo Angel Agrés. Por esa causa pasé toda mi vida entrenando y estudiando hasta llenar las expectativas de mi padre. Todo iba bien, si seguía así, me embarcaría en la misión y encontraría esa llave. Pero... ella llegó.

Cuando aquella chica temblorosa, nerviosa y llena de miedo pisó el salón, no sobraba decir que yo quería vomitar. ¿En verdad estaban insinuando que aquella cosa con poca resistencia mental era la elegida? Vale, de acuerdo, tal vez y la juzgué demasiado rápido. Pero eso no importa, porque en ningún momento me demostró ser una persona sensacional como para resolver una importante misión. Así que no dudé ni un segundo en apoyarla cuando quería irse de aquí. Pero claro... El señor Jones tenía que detenerla y arruinar todo haciendo que se quede.

Pero no acababa allí. Cuando el señor Jones me dijo que tenía que evaluarla y enseñarle se me desencajó el rostro. ¡¿Era en serio?! Es decir, no le bastaba con desplazarme rápidamente de MI misión, de lo que tanto esfuerzo me tomó aprender y entrenar, que ahora me pedían como si nada que ENTRENE a esta cualquiera que se hacía llamar "elegida" ¿Quién pensaban que era?

En verdad, enseñarle algo a esta chica era lo último que quería hacer. Pero eso no era lo peor.

Desde que me perfeccioné en escuchar los pensamientos de los demás, no podía evitar sentirme con un poco de ventaja, y había aprendido a no sentir culpa de ello porque estas personas igual me odiaban, así que al menos saber lo que planeaban me daba seguridad, porque así no caería en alguna trampa que quisieran hacerme.

Sin embargo...En el momento en que quise inspeccionar a esta chica, no pude sentir más que frustración, tenía la intención de escuchar cada uno de sus pensamientos y así averiguar su mayor debilidad y destruirla. Pero... Para mi maldita desgracia, aquella mocosa era una extranjera, y no hablaba cualquier idioma. ¡Hablaba el estúpido español! ¡Español! ¡Lo único en lo que apestaba! De las cien cosas que pensaba, entendía solo diez y con mucha dificultad. Dios, que desesperante.

No podía evitar sentir mucha rabia interna, por primera vez en la vida me sentía humillado. ¡Y humillado por una tonta cualquiera! No había nada peor.

Traté de relajarme y concentrarme en mi meta. Destruirla, así que me esmeré por buscar algún punto débil aunque no entendiera todo lo que pensara. Y la respuesta llegó cuando le di el ejercicio de algebra.

Su rostro permaneció tan sereno como si fuera una experta en matemáticas, sin embargo su mente, me reveló una graciosa verdad.

'¡Lo que me faltaba, Algebra!'

'No tengo ni idea de cómo se resuelve este ejercicio'

'¿Por qué no me pregunta algo sobre las células?'

LAS DOCE DIMENSIONES OCULTASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora