IV

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Ese día había se había ido como agua entre las manos, Gerard ni siquiera pudo darse cuenta cuando había tomado los colores y había comenzado a dibujar el ojo de Iero quien estaba a unas butacas adelante de él, sólo había recordado cuando alzó su mirada de su cuaderno de anotaciones de la clase de el Néstor Germán ((Español)) y se encontró con la dominante mirada avellanada de Frank, lo miraba de una manera sería, y a la vez tan seductora Gerard bajo su mirada a los segundos, y negó con su cabeza concentrándose en seguí escribiendo todo lo que el maestro dictará, y cuando menos lo había pensado ya estaba terminando con las pequeñas pestañas, miro aquello con desaprobación y después miro en su teléfono faltaban cinco minutos para salir así que metió todo a su mochila y cerró esta.
Cuando por fin la campanilla sonó sonrió se manera relajada y tomo su mochila poniéndose de pie y dirigiéndose hacia sus amigas.

– ¿Nos vamos?– Pregunto el azabache con una sonrisa.

– Si, si vámonos...– Dijo con una amplia sonrisa Kim.

Caminaron fuera del salón y finalmente atravesaron el pasillo, llegando así al auto de Megan, dejaron las mochilas en el asiento de atrás y esperaron un poco mientras la rubia hablan por teléfono para pedirle más efectivo a su papá.
En lo que Megan hacia esa "Importante" llamada Kendall saco una cajetilla de cigarrillos ofreciendo uno.

– No fumo...– Le negó Gerard con la sonrisa más amable que pudo.
Todas soltaron una carcajada como si de una broma se tratará, pero el ojiverde no había dicho ninguna broma, ¿O si?
– ¿Qué... Qué es lo gracioso?– Pregunto un poco desconfiado de lo que pasaba.

– Qué estas por cumplir 18 años y nunca has fumado un cigarrillo... Eso es lo gracioso...– Le explico Kim.– Anda toma uno... Se que te gustará.
Gerard había dudado por unos instantes, estaba mal, estaba mal para su salud, estaba mal para todo... Pero no estaba mal para sus nuevas amistades, no estaba mal para su nueva vida...

– Dame uno...
Dijo esto de una manera segura y confiado de su decisión cuando la cajetilla se le fue acercada tomo uno y lo encendió tratando de imitar lo que sus amigas hacían con sus cigarrillos, era incómodo y calaba no entendía como esa cosa les gustaba. Tosió un poco y después dejo caer el cigarrillo al suelo haciendo que este se apagara al instante pues Megan ya les había ordenado que subieran.
En 15 minutos ya estaban en aquel centro comercial habían bajado del auto y se habían adentrado yendo primero a una de las muchas tiendas de ropa, el Gérard de antes hubiera odiado con todo su ser aquello, pero el nuevo Gérard lo amaba, se sentía satisfecho comprando y comprando más ropa, que comiendo cualquier cosa... Lo adoraba.




NA: Hola! Bueno, espero que les gusté este capítulo, yo siento que me salió todo mal pero bueno aquí esta! Estoy pensando hacer el siguiente narrando a Frank, para que lo conozcan un poco. No se, mañana verán;) hasta luego, las amo!
—XOXOC.

Cómo huesos de cristal | Frerard |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora