Aire Acondicionado

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Bajo el aire acondicionado, Wawpe rodaba sobre las sabanas. Yo la miraba desde afuera, por la ventana, mientras fumaba un cigarro y chivaba bajo el sol de diciembre. El piso y las paredes eran blancas, las sabanas que alternaban entre cubrirla y no eran blancas, el corpiño era blanco, con cierta transparencia que mezclaba ese blanco con el cremoso, translucido color rosaceo de su piel. Afuera todo era calor y ruido y humo; adentro el susurro mágico del ac, ella, sus labios entreabiertos, su sonrisa. Me miraba desde el colchon y yo reciprocaba su mirada, y alternaba entre sus ojos y ese lunar glorioso que descansaba en la parte de arriba del costado derecho de su teta derecha. Fumaba mi cigarro con prisa mientras pensaba en mis manos recorriendo su lunar, y bajando hacia su corpiño, sintiendo el entramado de la tela, sintiendo su pezon a traves de la misma, jugando con ese relieve. Mi indice dibujando circulos alrededor del pezon duro, y despues aventurandose hacia arriba, para tirar hacia abajo el corpiño, liberando asi a su teta derecha mientras mi lengua se acerca, primero al lunar, despues al pezon, siguiendo los pasos del dedo que la precedio. Saliendo de mi fantasía, noto que estoy manoseando mi berga dura, y la miro a ella que también esta masturbandose, su mano izquierda haciendo piruetas debajo de su bombacha blanca. Mordiendo su labio inferior abre los ojos, tambien saliendo momentaneamente del trance, y me mira de lleno. Sus labios dibujan un glorioso, inaudible "Veni", y el cigarro y el calor quedan rápidamente en mi pasado mientras apuro mi entrada al cuarto del aire acondicionado. La agarro de su cintura y la traigo hacia mi, dejandola arrodillada sobre la cama, yo parado en frente suyo. Ella desabrocha mi pantalon y me baja el cierre, mi berga sale disparada hacia arriba y calza justo entre sus piernas; la base de la misma frotandose contra sus labios, la cabeza acariciando los cachetes de su culo. Culo generoso, cuyas mitades calzan perfecto en cada una de mis manos, que furiosamente lo agarran ahora, mientras arriba nuestros labios se encuentran. Muevo hacia atras mi cintura para maniobrar cuidadosamente con mi berga la corrida de su bombacha, y una vez que esta es apartada empiezo a entrar adentro suyo. Pero a mi entrada la acompaña un retroceso y una elevacion de sus caderas, mientras ella se apoya con sus manos en mis hombros, su boca abandonando la mia, yendose hacia arriba, su pecho quedando ahora enfrente de mi cara, mientras mis manos la sostienen en el aire, sus piernas cruzando a los costados de mi cuerpo. Me doy vuelta y me siento sobre la cama, y recién entonces la dejo comenzar el descenso, penetrandola finalmente. Nuestros labios se encuentran de nuevo brevemente, y nos miramos a los ojos.

Y así dice.

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