Petalos De Una Flor

Cap 4

Siento mis ojos pesados, empiezo a parpadear poco a poco, percatandome que no estoy en casa

–Don-Donde estoy–Hablo soñolienta y escucho la voz de una mujer ya mayor

–Wn un calabozo, niña ingenua, veniste a ver me pero ellos me encerraron aquí, son más poderosos que yo y no pude como defenderme

–QUE–grito asustada, miro por todos lados y no pasan segundos y quiero llorar pero me aguanto, alzó la mirada y la veo–. Como sabré que poder tengo... Yo no podré contra ellos– Bajo la mirada

–Querida, todavía falta mucho tiempo, para que llegue pero estos, don unos cobardes, por que de una vez te quieren destruir antes de que tus poderes despierten del todo– Habla la mujer seriamente

–Mis poderes no han despertado, que pasa si fallo– La miro un poco dudosa

–No fallarás ganarás, y harás que vuelva la paz en este Mundo, por ustedes los humanos también viven

–Ya cállate bruja y ven aquí tu niña– Grita uno de sus hombres al intertsrme hagarrar me alejo pegando a la pared

–No– hablo en forma nerviosa

–Tu lo has pedido– Se acerca y derrepente cae al suelo. ¡Muerto! ¡Ese hombre está muerto!

–Era un debilucho, además tu padre, me pidió que te cuidará, por mi es que no te ah pasado nada, yo soy quien te ah guiado poco a poco para que vayas sabiendo, yo fui quien te protegió de pequeña siempre te veía. Pero ahora soy una vieja, y ya tu poder esta despertando. Puedes tu sola, ahora vete

–Gracias señora, como le agradeceré y usted

–Sere una vieja, pero no tonta. Huye ¡Ya!

Y así fue como hice salí corriendo de la salida cuando veo a otro de sus hombres, avienta una bola de fuego negra la esquivo a una velocidad impresionante que ni yo imaginé
–No te escaparas mugrosa– grita atrás mio

Me paro alado de una Flor, veo como derrepente caen pétalos y una toca mi mano la tocó con suavidad el forma una bola de fuego y yo alzó mis manos y cierro los ojos. Esperando que me llegue, pero nada al ver veo que está hecho una estatua, rodiada por raíces de los árboles y capullis de flores en el

Dios, como hice eso

(...)

–Hija donde estaba, me preocupaste

–Son ellos mamá, pero la bruja me ayudó y yo, yo maté a uno de sus hombres

–Lo vi, en mi visión

–Mama, tenía miedo– La abrazo muy fuerte, ella hace lo mismo, me aferro a su pecho mientras ella me acurruca

–Lo se cariño, tranquila, deberás de entrenar hija, estar preparadas– Me besa la frente y alza mi cabeza –. Alguien te ayudará– sonríe tiernamente

–Gracias mamá

–Pero... Tu y el no se llevan bien del todo, que digamos– suelta una pequeña risita

–Va a ser él... Será Yofran– Digo, haciendo una mueca de disgusto

–Si hija, intenten tener un lazo de confianza es buen muchacho y no es nada irritante, como tú crees

–Eso dices tú madre... Pero bueno, acepto

–Sabia que dirías que si hija, yo estaré viendo como entrenas, mañana no saldrás, no quiero morirme de preocupación– dice en forma de advertencia. Se va hacia la puerta–. Y nada de peros, descansa mi Rosali– habla maternal mente, asiento con la cabeza y me acuesto

A soportar al irritante de Yofran, se ah dicho