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Como sabrán, escribir una novela no se hace en un día. Lleva tiempo, dedicación y esfuerzo. Es por eso que con ayuda de un famoso blog de escritores, les traigo una organización posible del proyecto de escritura.
La primera parte sería la preescritura (mi fase favorita). En esta fase es donde te harás preguntas como estas: ¿a qué audiencia va dirigida mi obra? ¿Con qué finalidad? ¿De qué género será? (Aclaración: con esto nos referimos a novela, relato, cuento corto, microrelato, etc) ¿Cuál será el subgénero? (Tranquilos: esto sí son los géneros a los que ustedes acostumbran, como fantasía o ciencia ficción) ¿Qué temas abarcará nuestra obra? ¡Pero no solo eso pasa en estqa fase, querido compañero escritor! También es donde nos encargaremos de convertir esa idea en una historia. Tormenta de ideas, creación de personajes... Y, como si fuera poco, ¡será momento de la investigación! Buscar información que pueda servirte, el contexto histórico en el que tratarás, la cultura del lugar donde ocurrirá tu historia y más. Finalmente, después de todo eso, vendrá la parte interesante: planificar. Estructuraremos la obra y escribiremos un resumen de toda la pieza de escritura.
Cuando terminaste con todo eso, es momento de lo que tanto ansiábamos: ¡el borrador! Para esto, me gustaría darles algunos consejos rápidos (que amplificaremos en un futuro). Planifiquen sus jornadas de escritura. Escriban, escriban, escriban.
Bien, terminaste la novela... o eso es lo que crees. ¡Bienvenido a la fase de corrección! Donde leerás tantas veces tu obra en busca de errores que te la sabrás de memoria. Normalmente pasa que uno no encuentra los errores en sus escritos, así que mi recomendación es la siguiente: finjan que no es suyo. A los seres humanos nos gusta criticar a los demás, pero no nos gusta criticarnos a nosotros mismos. Si leemos nuestros escritos como si no los hubiésemos escrito, es mucho más fácil. Leer en voz alta también ayuda. Y recuerda chequear detalles que nos podríamos confundir. Si hace tres minutos dijimos que su bufanda roja serpenteaba por las calles, no pueden decir algo como "el azul le queda bien, señorita" (a menos que sea daltónico, sea una broma o se haya cambiado la bufanda).
Algunos escritores prefieren reservar cierto tiempo en su segunda fase para corregir a la par que escriben, para luego tener que corregir menos en la última fase. Sirve bastante, y motiva más a corregir (porque ya hiciste una parte antes).
