Capítulo 9: Explorando.

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Advertencia: Este capítulo puede ser un poco más sexual (?) Se recomienda discreción. (Soy un asco haciendo anuncios, xdxdxd)

Con sus manos acarició suavemente sus firmes pechos. Ron cerró los ojos, nunca había sentido algo así, para Hermione esto era la caricia más excitante de su vida, y era solo el comienzo... Ella podía sentir una explosión de nuevas sensaciones, nada se comparaba a eso que estaba sintiendo.

El chico la besó, necesitaba sentir sus labios y su lengua, ella le respondió con un beso muy húmedo y sensual.

—¿Por qué me provocas así?- Murmuró el pelirrojo.

Sus manos comenzaron a explorarse, entre gemidos y jadeos, se dedicaron todo el tiempo que tenían para reconocerse, él pasó sus manos por su espalda, sus hombros, recorrió con la yema de sus dedos las facciones de su cara, ella le recorrió la espalda, el torso desnudo... Mientras ella lo acariciaba Ron cerraba los ojos y gemía con suavidad, trataba de grabar cada caricia en su memoria para siempre.

De pronto la castaña se incorporó y se arrodilló frente a él, el se levantó un poco y su rostro quedo a la altura de los bellos senos de la chica, Hermione lo tomó de la nuca y lo trajo hacia ella para que la besara, sin poner resistencia Ron acercó su boca y lamió con delicadeza los senos de su compañera, ella simplemente cerró los ojos mientras no dejaba de acariciarle los cabellos.

Él parecía fascinado con su tarea, su lengua se movía a gran velocidad sobre los pezones excitados de su chica, ella gemía más y más fuerte. El pobre pelirrojo no sabía bien que debía hacer pero al escucharla gemir y ver como entornaba los ojos, supuso que estaba en lo correcto.

Con suavidad Ron se sentó sobre la alfombra y la tomó de la cintura, Hermione quedó sentada sobre sus piernas y lo rodeó con su brazo por el cuello al tiempo que lo besaba seductoramente, fue un beso diferente que casi hace que al chico se le detenga el corazón. Primero pasó su lengua juguetona sobre los labios de él, luego le acarició los labios húmedos con su dedo, finalmente hundió su boca en los labios del chico acariciando su lengua con la suya, por unos segundos él se quedó muy quieto, ella lo enloquecía, era suave, sensual y lo provocaba salvajemente.

Con ternura apoyó la mano sobre la pierna de la castaña y comenzó lentamente a subir, recorría con lentitud su morena piel, era como si la estuviera saboreando con la palma de su mano, subió con suavidad hasta la entre pierna de la chica y se detuvo, Hermione se dio cuenta, se acercó a su oído y le dijo:

—No me molesta que me toques, Ron.

Al pelirrojo se le aceleró el corazón, deseaba explorarla más y ella le daba todo su permiso. Su varonil mano subió y subió hasta que se encontró con las bragas de ella, con sus dedos sintió una mancha de humedad en la delicada ropa íntima de su chica.

Ambos cerraron lo ojos, el pelirrojo pasó suavemente sus dedos por sobre la ropa íntima de ella, palpo su sexo con ternura y deleite, todo era nuevo, excitante, él la exploraba como si hubiera descubierto un nuevo continente, ella entre abría su piernas dejándole paso.

Su mano subió por su vientre plano, acarició su ombligo y luego bajó nuevamente, esta vez, su mano se coló por debajo de las bragas y por primera vez acarició su sexo sin nada que se interponga.

La chica arqueó la espalda y echó la cabeza hacia a tras, él la miró con deleite, su sexo era húmedo y suave, sus dedos resbalaban sobre los pliegues de su piel, entre caricia y caricia, pasó sin querer su dedo por el clítoris de ella. Desde luego él no supo lo que acariciaba hasta que la escuchó a ella.

Cuando su dedo rozó su pequeño clítoris ella gritó de placer, el chico la miró algo extrañado, ella volvió a gemir y él comprendió que ese era el lugar exacto para acariciar, pasó nuevamente su dedo, ella seguía sentada sobre sus piernas, arqueó más la espalda y Ron la sostuvo con fuerzas, él podía sentirla, ella estaba tan húmeda y suave que el pelirrojo ni pudo dejar de acariciarla, estaba muy, pero muy excitado, pero en ese momento lo que más le importaba era ella, la podía ver y sentir, disfrutar de esas caricias, lo más importante era ella, lo más importante era colmarla hasta el final.

Su dedo acarició su clítoris con locura, ella gemía más y más fuerte, luego fueron pequeños gritos de placer los que salían de sus labios, ella comenzó a sudar y Ron la vio retorcerse entre sus brazos, ella lo tomó con fuerzas y gritó, luego se desplomó.

Él no pudo más que tomarla de la nuca y besarla.

—¿Dime qué fue eso?-Le dijo agitado el pelirrojo.

—Increíble, fue increíble.

La castaña se sentó sobre la alfombra seguida de él, ambos tomaron más cerveza de manteca y se besaron. Ella lo miraba con los ojos brillantes.

—Me has hecho sentir muy bien, no sé cómo pero...He sentido un increíble placer.

—Yo también, tenerte y acariciarte es mi placer.

La castaña se fue sobre el chico que todavía llevaba su pantalón puesto, ella por su parte conservaba su pollera y sus bragas. Hermione se tiró sobre él besándolo desesperadamente, él la tomó de la cintura y rodaron por la alfombra, finalmente ella quedó sobre él, Ron no perdió tiempo, acarició su espalda desnuda y bajó sus manos hasta su trasero, lo acarició con fuerza, lo apretó con sus manos y sus jadeos fueron ahogados, nuevamente se encontraba descontrolado, sus manos la recorrían, su boca la besaba, cada tanto sin darse cuenta mordía sus hombros y la apretaba contra él.

Ella besó su cuello, bajó con su lengua por su torso desnudo y lo saboreó. Ahora le tocaba a ella, Hermione pasó con suavidad su juguetona lengua por el pecho del chico, lamió suavemente sus tetillas y Ron gimió con fuerza, luego bajó más por su estómago y llegó con su lengua hasta su pantalón, con sus manos la castaña desabrochó el botón del pantalón y bajó el cierre.

Luego ella colocó las manos en la cintura del chico y le jalo el pantalón hacia abajo...Ella lo miró unos segundos, ahora él estaba solo con su bóxer puesto, su cuerpo era increíble para ella. El pelirrojo bajó la mirada avergonzado, nunca una chica lo había visto así.

Hermione estaba deseosa de explorarlo también pero estaba muy nerviosa y no sabía que hacer, decidió seguir y dejar que todo transcurriera, colocó las manos en el pecho blanco de Ron, lo acarició y bajó sus manos hasta el vientre del pelirrojo que no podía dejar de gemir, metió la mano por debajo del Bóxer, Ron abrió los ojos muy grandes, sintió la mano de ella sobre su sexo.

Era algo indescriptible, el chico estaba excitado, su virilidad lo delataba, ella rodeó el miembro de su chico con su mano y sin saber que hacer, apretó suavemente, la verdad es que no tenía idea de cómo tocarlo, quería hacerlo, quería darle el mismo placer que él le había proporcionado, pero no sabia cómo.

El pelirrojo envolvió la mano de la castaña con la suya y comenzó a moverla lentamente de arriba hacia abajo, ella lo besó con pasión mientras él le enseñaba como debía acariciarlo, la vergüenza y el pudor se fueron para darle paso a la pasión y el deseo de dos personas que se necesitaban y se querían verdaderamente.

Ron gemía con los ojos apretados mientras ella lo seguía tocando y besando. El pelirrojo acariciaba su cabello y murmuraba su nombre, ella, al escuchar que él decía su nombre con tanta pasión se enloqueció, lo besó con más pasión y deseo, su mano se movía a mayor velocidad sobre el excitado miembro de Ron, al cabo de un rato el chico gritó su nombre y ella le ahogó el grito con un beso húmedo y profundo, su mano se llenó de una sustancia desconocida.

—Te adoro.-Dijo Ron entrecortadamente.-Te quiero Herms​, te quiero...

—Yo también te quiero.

Se quedaron tendidos en la alfombra, se miraron con ternura y se confesaron su amor. Tuvieron una larga charla, Ron trató de explicarle que estaba loco por ella desde tercer año, pero que no sabía como decírselo, ella le contó que estaba loca con él desde más o menos la misma época, se besaron todo lo que pudieron, se contaron todo lo que sentían y se abrazaron felices de saber que eran correspondidos.

Después de una larga y necesaria charla se dieron un baño reparador, luego se recostaron en la alfombra, desnudos, frente a la chimenea, se abrazaron y se durmieron.

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¿Esperaban más? Yo no.

¡Gracias por votar y siempre estar ahí!

Att: LauraHillón ✏

El placer del amor.| Romione.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora