Prólogo

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Un año antes

Ana leía su libro, como siempre, cuando volvía de la escuela.
Llevaba una remera larga que terminaba en sus muslos, de color negro, y una gargantilla del mismo color.
Estaba recostada en un sillón de su cuarto, junto a la ventana, por la que se veía un lluvioso día de invierno.
En eso suena el timbre.
Al recordar que estaba sola en la casa bajó a abrir las escaleras.

-Hola - dijo Ana al abrir la puerta
Allí había un chico rubio, tenía un pircing en el labio inferior y ojos tan azules que asustarían a cualquiera.
-Escucha, Sophy, te quiero y yo...-comenzó a decir sin siquiera mirarla, pero se abalanzó sobre ella y la besó.
-¿Qué mierda haces?-dije
-¿Es un chiste siempre eres tú la que...?-se interrumpió al notar que no era ella la chica que buscaba -No eres Sophy.

-Claro que no amigo -

Me saludó con su mano y justo cuando iba a hablar le cerré la puerta en la cara.

-Quería saber si sabias donde estaba ella- dijo del otro lado de la puerta.
-Bueno, no lo sé y llamaré a la policía si no te vas de la entrada de mi casa - él rió.
-Subnormal - susurró ella.
-¿Me abres la puta puerta?-dijo el chico.
Ana abrió la puerta y fue ahí cuando notó que este la miraba de arriba a abajo.

-Linda remera - dijo sonriendo
-Estoy leyendo sola en mi casa ¿Cómo esperabas que estuviera vestida?-
-Yo creo que te queda muy sexi - dijo él para luego sonrojarse.
-Bien, adiós extraño - dijo Ana volviendo a cerrar la puerta.
Comenzó a caminar de nuevo hacia la escalera cuando el chico del otro lado de la puerta dijo:
-Soy Luke-

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