Empezó esa mañana mirándose al espejo, y no viendo nada que le gustara, sus ojos y cabello tan comunes, su sonrisa chueca, ¡Y su cuerpo!, mejor ni hablar de él, lo odiaba, odiaba cada centímetro de él, pensó en hablar de ello con su madre pero ella solo le diría algo tan típico y superficial como: "Eres perfecta tal y como eres, si a los demás no les gusta es su problema"
¿Cuantas veces lo había escuchado? ¿cuantas personas lo habían escuchado? millones probablemente, pero su mamá no la comprendía, ¿porque no lo hacía?, se supone que ella fue adolescente alguna vez, que alguna vez su corazón albergó ese horrible sentimiento que le hacía creer que no era lo suficientemente buena, y que todo lo que haga no podría resultar más que un desastre.
Pensó en la escuela y en lo mucho que le preocupaba no aprobar sus materias, sus notas eran bajas, no siempre lo fueron, pero ahora lo eran y eso era lo importante al parecer, no le encontraba sentido, esas evaluaciones jamás podrían definir lo inteligente que ella o cualquier otra persona en el mundo eran, su madre decía que solo necesitaba unas cuantas horas de estudio, ¿pero cual era el punto? Estudiar para graduarte de la secundaria, ir a la universidad, seguir estudiando y tener un gran trabajo con el que mantendrás a tu futuros hijos, y tus hijos harán lo mismo, y sus hijos harán lo mismo, y solo resultará en una cadena de vidas perdidas, ¿pero que más podía hacer?.
Una voz en la cabeza le recordó lo egoísta que estaba siendo al sufrir por cosas como la escuela y su cuerpo cuando en el mundo había gente muriendo por el hambre y la guerra, y se sintió avergonzada por ello, estaba siendo ridícula.
Comenzó a aplicarse maquillaje, la gente decía que tenía una obsesión con ello, que arruinaba su rostro y que era muy joven para usarlo todos los días, pero en secreto, ella solo lo usaba porque eso la hacía sentir más segura, le hacía sentir que tenía algo lindo, algo de lo que sentirse orgullosa.
"Debes ser perfecta" dijo una voz en su cabeza, "Mejor se tu misma" dijo otra.
-¡Ya debes irte!-gritó su madre desde la cocina-
Suspiró y se dispuso a salir del baño, preparada para comenzar otro día en un mundo en el que no comprendía nada y nada la comprendía a ella.
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Historias de Medianoche
Short Story"No será hasta que soltemos nuestros celulares y computadoras y nos miremos fijamente a los ojos, que obtendremos una real conexión humana"