Un final productivo

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Era una noche fría de 25 de diciembre y por alguna extraña razón me quede esperando a que mi celular sonara y no se... un hola de tu parte llegara de la nada así que tome una taza de cafe, me senté en mi sillón y empece a llorar amargas lagrimas de tristeza por que no estabas a mi lado. Paso rápidamente el tiempo, el cafe se fue agotando, los sentimientos brotaron y recordé algo que me dijiste "ojala y murieras", me torture bastante tiempo de la noche recordando esto y como una idea que nunca se me hubiera ocurrido tome un arma y la puse justo en mi boca... nunca me sentí tan vivo, nunca me relaje tanto y antes de que muera dejare mi nota junto a estas amargas experiencias que escribí... si algún día, Megan, lees esto quiero que sepas que fuiste el veneno mas dulce que jamas hubiera podido probar, una rosa con un olor tan dulce pero con un veneno mortal... no importa donde este pero sabes que siempre te recordare.

Desgraciadamente no solo eres tu Megan, la reciente muerte de mi amigo Jonathan y algunas otras presiones que no estaré dispuesto a mencionar en esta carta me orillan a matarme, caer en un frió fatal, un frió comparable con mi alma pero... ¿Para que escribirlo? si se que nunca lo leerás y esto no servirá para nada. Sin mas que lamentar me despido.

Navidad sin tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora