Prologo

9 1 1
                                    

París, Francia. Un lugar hermoso, Jeanette tenia 7 años sus ojos eran azules como el mismo mar, oscuros a las orillas como su profundidad, su cabello lacio, negro atado en dos coletas mal hechas, su piel era tan blanca como el papel solo un poco manchada de mugre en las mejillas, su madre la llevaba casi arrastrando de un brazo hasta que llegaron a un callejón, se quedo ahí con  Jeanette todavía en mano, la mujer llevaba un cigarrillo en la otra mano,  ella tenia el cabello rubio sus ojos eran del mismo tono azul que Jeanette, inhalo de su cigarrillo mientras esperaba, ansiosa.

Tras haber pasado unos minutos Jeanette se puso inquieta, quería jugar y quería comer.

-Mama, ¿cuando vamos a casa?- su voz sonaba algo impaciente -¿Donde esta papa?.

Un hombre entro al callejón, llevaba un maletín en mano, se detuvo frente a la mujer y su hija y miro a la niña.

No hubo palabras, la mujer soltó a la niña de la mano y el hombre extendió el maletín a la mano de la mujer cuando ella estaba por tomarlo el hombre lo soltó dejando así que el maletín cayera de su mano, este se  abrió y dejo así regados por el suelo varios billetes, la mujer se tiro al piso rápidamente para recoger todos los billetes, el hombre tomo a la niña jalándola hacia a fuera del callejón a una camioneta, ella era chica pero no tanto para no darse cuenta de que no conocía al hombre y no debía ir con el.

-¡Mami!- grito, pero su voz fue ignorada ella empezó a patalear, jalonarse, pero su fuerza no era nada comparada con el hombre que la arrastro al fondo de la camioneta sin siquiera tropezar.

El hombre tomo una jeringa de su chaqueta y la clavo en el diminuto brazo de ella.

Le indico al chófer que avanzara,miro por ultima vez como aquella mujer cogia el dinero esparcido por el suelo, nunca dejaba de asombrarle como la gente entregaba a sus hijos o familiares por una cantidad de dinero, dejando a si recuerdos en el olvido, para su punto de vista no por mas pobre que fuera daría a algún familiar por alguna suma de dinero, sin embargo aquí estaba dándole dinero a una mujer por su hija solo por que la mujer quería dinero y lujos, conocía ese tipo de gente, esa que tenia dinero y quería aun mas.

Pero era su trabajo hacer todo sin preguntar llevar al producto al almacén y cobrar por el trabajo. 

El lugar en el que trabajaba era una farmacia muy conocida que para hacer fármacos no usaba animales de muestra sino personas, así los productos eran mejores, o eso era lo que le decían a él.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Feb 26, 2018 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Una forma de arteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora