Los Dias Oscuros

1. Fantasmas Del Pasado

El día no pintaba nada bueno, no me parecía el típico día soleado de verano aquí en el 4, había algo distinto en el ambiente, e incluso en las personas. No me gustaba para nada, llegue a casa, donde sabía que nadie me esperaría, pues vivía solo en aquella pequeña cabaña en lo más remoto del distrito. Trate de hablarle a Sirius por teléfono pero al parecer nadie estaba en su casa, asi que me quede solo en mi habitación, tumbado en mi cama contemplando el techo.

Me desperté con el sonido de alguien llamando a la puerta. Salí lo más rápido que pude, pues parecía una emergencia. Cuando abrí la puerta, me sorprendí, al menos la mitad de los Black estaban fuera esperando a entrar, Narcissa, Bellatrix, Andromeda, Sirius, Regulus y su madre Lucretia. Los hice pasar y nos acomodamos como pudimos en la pequeña sala de mi casa

-       Nada bien colega, está pasando de nuevo- Dijo Sirius aterrado.

-       Los agentes de la paz están inundando los distritos, hay peleas en las calles- Me dijo Bellatrix- Espero que no sea lo que parece.

-       De un lado están los agentes de la paz, defendiendo al capitolio, y del otro están grupos con capuchas negras y máscaras de calaveras- Agrego Narcissa.

-       Según las noticias del capitolio, no saben quién está detrás de los cara de hueso- Dijo Lucretia, quien como siempre estaba aterrada.

-       No has hablado con Remus?- Pregunto Andromeda.

-       No he tenido noticias de su familia en toda la semana- Dije, preocupado.

Encendimos la televisión, en el canal de noticias del capitolio, donde muchas secuencias de imágenes de los diferentes distritos pasaban a rápida velocidad, luego el presentados psicodélico Caesar Flickerman estaba anunciando el toque de queda en todos los distritos, aunque los encapuchados no se hubiesen establecido en cada uno de estos. Por lo que mostraban las noticias los cara de hueso, como les llamaban, empezaron su revuelta en las calles de los distritos: 12 (del cual ya tenían dominio total), 10, 7, 5, 3, 2 y 1. No podía imaginar otra revolución en camino, ya había vivido la primera hace seis años donde el distrito 13 fue disminuido a cenizas, no quería saber que sucedería si el capitolio vuelve a ganar. Ya se fijaron los juegos del hambre desde el año pasado, donde sueltan 24 personas de entre 15 y 22 años en una pelea a muerte donde solo uno sale con vida y se proclama vencedor. No quería ni pensar en las mejoras que podrían ser parte de estos horribles juegos.

Al parecer Sirius me leyó el pensamiento, pues dijo:

-       Ya los juegos del hambre son algo espeluznante, no quiero imaginar algo peor.

-       Solo nos queda esperar querido- Lucretia trataba de calmar a su hijo quien había heredado su nerviosismo.

Cuando las noticias terminaron, Lucretia se fue y nos dejó solos para poder practicar algo de magia, solo faltaba Lily para completar el grupo, pero ella no vendría pues casi nunca salía de su casa y ahora con los agentes de la paz rondando, el señor Evans no la dejaría salir, así que empezamos.

Nos agrupamos en parejas, Bellatrix con Narcissa (Como era de esperar), Regulus con Andromeda, y Sirius conmigo. Primero practicamos como desarmar, luego los hechizos permutadores, y al final hicimos un vago intento con la maldición imperius. Pero no tuvimos nada de éxito en tratar de resistirnos a ella pues no teníamos a nadie experto para consultar.

Por fin quedamos exhaustos mental y físicamente para poder seguir practicando, yo sentía como si un tornado viviera en mi cabeza, nos sentamos en la pequeña sala y encendimos la televisión, pues a esa hora teníamos que ver, por orden del capitolio. Se trataba de otra noticia de los rebeldes, que decía que ya tenían bajo completo control todo el distrito 11, el más grande de los distritos. Caesar Flickerman comento que los cara hueso practicaban un tipo de magia muy avanzada, magia muy negra. ¿Su señor? Aun no se conocía, ¿estaba oculto detrás de algunas de esas horribles mascaras? No había forma de saberlo. Así pues las escenas pasaron desde un atardecer naranja a un cielo nublado, calles llenas de agentes muertos, casas destruidas, y en aquel cielo gris, brillaba verde y justo en el centro una extraña figura.

Solo fue cuando el camarógrafo realizo el enfoque debido al cielo, pude notar la calavera inmensa de cuya boca salía una serpiente enroscándose hasta formar una especie de ocho con una cola.

Trate de calmarme por si alguna de las chicas estaba entrando en pánico pero cuando me volví para ver sus expresiones, todos excepto una estaban en completo desconcierto. Los examine a cada uno. Solo note nerviosismo, bueno más bien como emoción, en la cara de Bellatrix. Al verme se puso seria y se alejó un poco hacia la ventana, con su túnica ondeando detrás de ella. La observe por un momento y luego me concentre en hablar y distraerme con mis amigos. Pero la actitud de Bellatrix seguía dándome vueltas en la cabeza, así que susurre a su hermana al oído:

-       ¿Cissy, que sucede con Bella?- Narcissa, parecía no haber notado cambio alguno en Bellatrix, pues solo levanto los hombros en señal de que no estaba al tanto de su situación.

-       La verdad es que no he visto nada raro en ella, quizás pueda ser su enamoramiento con ese tal Rodolphus, a quien, por cierto, mama odia a muerte. No sabemos muy bien porque.- Me respondió Narcissa. Su semblante parecía muy creíble, aun así me quede con esa idea en mi cabeza.

El toque de queda iniciaba a las 7 de la noche, así que a las 6:30 todos se fueron volando a sus casas. Justo a la hora del toque, mi pequeña lechuza negra Vika, entro volando por la ventana de mi habitación, y se posó en su jaula viéndome fijamente con aquellos ojos amarillos y profundos que adoraba ver en las noches. Me levante de mi cama y fui hacia ella, la acaricie y ella mordió mi mano amistosamente, para que notara la carta que llevaba en su pata derecha. La desate, y empecé a leer aquella caligrafía hermosa y delicada, solo podía ser de alguien en específico:

James,

Mi padre ha estado muy paranoico estos últimos días como puedes haber imaginado, mis hermanos están encerrados en sus cuartos llenos de ira, pues ni practicar magia tienen permitido, en fin, siento que esto no te va a gustar del todo, es mas no te va a gustar para nada. Mi padre estuvo hablando con mama esta mañana acerca de los cara hueso. Dijo que de donde quiera que vengan esos encapuchados, él se les va a unir siempre y cuando su motivo sea rebelarse contra el capitolio, cueste lo que cueste. James, me preocupa papa, yo no quiero nada con los hechiceros oscuros, los aborrezco. Te necesito, aquí junto a mí, detesto vivir de esta manera, este mundo parece ajeno a mí, o más bien yo soy ajena a él, ¿Quién Sabe? después de todo esta no es mi realidad. Tú lo eres .Te Amo, nunca lo olvides.

Siempre tuya

Lily.

Ya sabía que el Sr Evans le tenía un odio profundo al capitolio pero no lo creía capaz de unirse a magos tenebrosos en contra del capitolio, pues al final de cuentas eso significa utilizar magia negra. Y para uno de los magos más poderosos del distrito eso era la mayor deshonra que le podría ocurrir, sin embargo si el Sr Evans habla enserio, seria de los más poderosos.

Entonces pensando en toda la situación que Panem estaba viviendo ahora mismo, me quede viendo a Vika directamente a los ojos, me sumergí en ellos y recordé la tarde de hoy y las situaciones fuera de lo común. Y entonces la respuesta cayó en mi cabeza como un meteorito choca con la tierra: Bellatrix se uniría a los cara hueso.

Encendí la televisión, en busca de alguna noticia acerca de esta posible rebelión, y en efecto en el mismo canal de noticias estaba Caesar Flickerman, con su cabello rosado, a juego con sus labios y cejas, hablando de la rebelión, con una sucesión de imágenes de los encapuchados.

-       Es una guerra inminente, pero no teman ciudadanos de Panem, el capitolio tiene magos de refuerzo para luchar por nuestra nación- Decía Caesar sintiéndose heroico por millonésima vez en su vida, si claro moriría por ver a Effie Trinket, o a Claudius luchando a duelo de magia por todo el país- Las últimas novedades- siguió Caesar- los distritos 8 y 9 han caído bajo las fuerzas oscuras, y la batalla sigue en pie en el 6, es un total desastre. ¡Esperen! Al parecer revelaran el nombre real de su grupo.

Entonces el camarógrafo enfoca a un grupo de figuras negras caminando a toda prisa, y el primero llevaba una bandera negra que cambiaba, con ayuda de magia, de aquella marca de la serpiente a la palabra “MORTIFAGOS”, el solo escuchar a Caesar decirla en voz alta me erizo el vello de la nuca. De pronto el camarógrafo acerca un poco más la toma al grupo de Mortifagos y a donde se dirigen, se ve una puerta gigantesca de hierro, se escucha un sonido como el océano a lo lejos, y por fin muestran el símbolo de dicho distrito, el anzuelo en el medio y 3 peces a cada lado.

Estaban aquí…