Lluvia de verano

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Hoy era uno de esos días en los que no quería levantarme, estaba lloviendo y la temperatura era baja a pesar de que estábamos en verano, para mí un día perfecto para descansar.

Mi ventana estaba empañada y las gotas caían lentamente dejando un camino húmedo, me asomo para ver si la tormenta era fuerte y veo como la lluvia bañaba frenéticamente todo mi patio, entonces decido que dormiré un rato más.

Una hora más tarde me despierto con el sonido de mi estómago rugiendo por el hambre, me levanto a regañadientes para prepararme mi desayuno y me encuentro con mi alacena vacía, me olvide de comprar algo para desayuno el día anterior. La lluvia había cesado un poco, se podía salir, pero mis ganas no ayudaban mucho, ya que tenía que caminar varias cuadras y tener la suerte de encontrar algún mercado abierto.

Me vestí lo más rápido que pude y salí de mi casa. Pequeñas gotas chocaban contra la capucha de mi campera y algunas llegaban a mi cara, caminaba lo más rápido que podía, miraba cada lugar posible para comprar pero todos estaban cerrados, es entendible, era temprano en la mañana y estaba lloviendo, pero siempre hay alguien como yo que tiene una emergencia. Comenzó a llover más fuerte.

Después de recorrer todo los negocios conocidos, me encuentro con un pequeño negocio que a pesar de tener la puerta cerrada el cartel en la puerta decía ABIERTO. Decidí pasar ya que la lluvia me estaba empapando la ropa, el lugar estaba muy limpio y el mostrador tenía un timbre, estiro mi mano, lo aprieto suavemente y deja salir una música muy agradable, me sorprendió, yo esperaba el conocido chillido de un timbre, luego de unos segundos escucho la voz de una mujer que me habla.

-¡En un segundo voy!

Me quedo en silencio esperando y unos segundos después sale una chica rubia con unos ojos color cielo hermosos.

-¡Hola!,... ¿estás bien? Me pregunta con una sonrisa y me doy cuenta de que me quede mirándola como estúpida.

-Sí, perdón, estoy buscando un kiosco o algo abierto hace como media hora debajo de la lluvia.

-Ya veo estas completamente mojada, entonces dime ¿qué necesitas? Me preguntó amablemente

Antes de que pueda contestar, un rayo hace un estruendo muy fuerte y se cortó la luz, dejándonos a obscuras ya que las ventanas no dejaban entrar la poca luz del día.

-Si quieres pudo volver dentro de un rato. Digo para romper el silencio, además no quería incomodarla quedándome ahí.

-No hace falta, además tendrías que irte en bote, solo mira. Me dijo y voltee a ver por la ventana, las calles se llenaban de agua, algo que pasaba cada vez que llovía muy fuerte, pero no pensé que pasaría hoy.

-¿Seguro que no te molesta?

-No, de verdad, además no querría quedarme sola a oscuras. Dijo riéndose

-Bueno en ese caso, me presento, Alycia. Digo acercando mi mano con una sonrisa, algo que no suelo hacer con desconocidos, pero ella no me incomodaba, todo lo contrario.

-Eliza. Me dijo y agarro mi mano de una forma extraña.

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-Es un saludo antiguo que hacemos con mis amigos, lo siento si te incomodó. Dijo con mirando hacia abajo

-No me incomodó, me sorprendió, es un saludo interesante. Dije riendo y ella me miro con una sonrisa, la más linda sonrisa que jamás nadie me dedico.

-Voy por unas velas.

-Te espero, dije y me quede mirando los productos, tendría que comprar algo o moriría de hambre.

Lluvia de verano  (One Shot)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora