¿quien dijo que Peter dejaba a su hombre hacer lo que quiera?, ¿quien dijo que Wade mandaba?. La vida de Wilson era facil, hacia lo que quería, cuando quería y como quería. Hasta que a su vida llegó Peter Stark, el chico lo volvía loco de amor, ¿que es un poco de sacrificio, por estar con el chico de tus sueños?. Cuando Peter llegó se fueron las drogas, el llegar borracho o tarde a casa, las salidas disminuidas, todo por el bien de su relación. Peter era un chico celoso y posesivo, tierno para la vista de Wade. Todo un Stark, pasivo, echo y derecho. Peter decía y Wilson obedecía, hasta que Peter quiso "ayudar", a su novio con la nutrición, NADIE, TOCA, SUS, CHIMICHANGAS. Ni siquiera Peter, claro esto provocó una pequeña discusión.
-no puedes quitarme las CHIMICHANGAS!!, es parte de mi, es... es, es lo que soy.- explicó Wilson.
-me estás diciendo,¿que ellas importan más que yo?.- Peter levantó una ceja.
-no me hagas esto Peter, yo no puedo elegir entre ambos!!, los amo demasiado.
-¿vez esa puerta?, me iré por ella Wilson, te lo juro, ahora elige, ¿yo o ellas?.
-no!!, bebé, bebé ¿y si llegamos a un acuerdo?.- la desesperación dominó a Wade.
-¿un acuerdo?.- pregunto interesado su novio.
-si!!.- Peter lo pensó, luego sonrió maliciosamente.
-bien, cada vez que comas chimichangas, tendrás que ser el pasivo.
-¿que?.
-ya escuchastes.- sonrió.
Ahora Wade comía chimichangas una vez por semana, todo con tal de no perder a sus amores.
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