Huevos de Pascua (Cap 20)

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Me he dado cuenta que hay un mundo de diferencias entre saber que algo sucedió, incluso sabiendo porque sucedió, y creerlo. Porque cuando ella termino conmigo, sí, yo sabía lo que había sucedido. Pero me tomó un largo, largo tiempo creerlo.

Después que dejamos la cena, empecé a sentirme nervioso. Debido a que chocábamos uno con otro. Hicimos la cosa decente y nos mantuvimos cerca para ponernos al día, ¿entonces que falta excepto nuestra despedida? Pero no estoy listo para eso. Estoy bastante seguro que no va a haber otro comentario con Annie, y me voy a tener que ir en los vapores de esta noche por el resto de mi vida, entonces me gustaría un poco más que mostrarle estacionamientos, artritis y disculpas abortadas.

Lo cual es el porqué en cada cuadra que caminamos que Annie no llama a gritos un taxi o pide disculpas y dice buenas noches se siente como un estado de ejecución. En el sonido de mis pisadas golpeando contra el pavimento, casi puedo escuchar que la palabra, ―"indulto" hace eco por las calles de la ciudad.

Caminamos en silencio por una sección de la Novena Avenida más silenciosa, y más llena de escoria. Por debajo de un puente húmedo, un grupo de sujetos sin hogar estaba acampando. 

Annie señaló al otro lado de la calle.

—Ese es el Terminal de taxis Port Authority —ella dijo.

Sólo asentí, sin estar seguro si íbamos a discutir de las estaciones de taxis con la misma cantidad de detalle que hicimos con los estacionamientos, o si ella estaba planeando enviarme lejos.

—Hay una bolera adentro —me dijo.

—¿En la estación de taxis?

—Loco, ¿Verdad? —exclamó Annie, de repente toda animada—. No lo podía creer tampoco cuando lo encontré. Veniamos con May a casa despues de visitar a Dulce en Boston una noche y nos perdimos buscando la salida y allí estaba. Me recordó a la caza de huevos en la Pascua. ¿Recuerdas como Allan, Allanis y yo solíamos ponernos sobre esos?

Recordé como Annie solía ponerse. Ella había tenido una debilidad por cualquier fiesta que estuviera asociada a dulces, especialmente haciéndolo divertido para sus hermanos.

 —Sí, lo recuerdo —dije.

 —Todo el mundo ama la ciudad de Nueva York por diferentes razones. La cultura. La mezcla de personas. El ritmo. La comida. Pero para mí, es como una épica caza de huevos de Pascua. Siempre estás encontrando estas pequeñas sorpresas en cada esquina. Como ese jardín. Como una estacion de bolos en un gigante paradero de buses. Ya sabes... —ella se detuvo.

—Probablemente tienes algo que hacer esta noche. Una reunion. Algun club de "fans" quizas con los que encontrarte, gente de tu medio.

Hice girar mis ojos.

—No tengo un club de fans, Annie. —Salió más fuerte de lo que quería.

—No lo quise decir como un insulto. Sólo asumí que todas esos empresarios a los que le dan reconocimientos y viajan en grupos tambien tenian uno.

—Deja de asumir. Sigo siendo yo. —Más o menos. - Yo si puedo decir eso de ti, tu si eres una Pop Star del momento, Anahi Puente.

Ella parecía sorprendida. Pero no dijo nada.

—De acuerdo. ¿Entonces no tienes ningún lugar al que necesites ir?

Sacudí mi cabeza.

—Es tarde. ¿Necesitas ir a dormir?

—No hago mucho de eso estos días. Puedo dormir en luego.

—Entonces... —Annie patea un pedazo de basura con su pie y me doy cuenta que todavía estaba nerviosa—. Vamos a una caza urbana de huevos de Pascua. —Se detiene, busca mi rostro para ver si yo sabía de lo que estaba hablando—. Te mostraré todas las esquinas secretas de la ciudad que yo tanto amo y a las que vengo cuando me siento sofocada de tantos conciertos.

Que Será de Tí...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora