Narra Elsa
Llegué a mi casa, pero antes de entrar fui a ver a mi caballo Philippe, un hermoso caballo que tengo desde que era pequeña, es de color blanco como la blanca nieve. Lo alimenté y me despedí de él para luego meterme a donde sería mi funeral.
Entre a la casa pero vi que no había nadie en la parte de abajo, así que subí a donde estaban las recámaras y entre en la habitación de Anna, que también es mía claro, compartimos habitación. En fin, la encontré durmiendo, como siempre, es medio día y si yo no la despierto es capaz de dormir como si fuera un oso cuando hiberna. La sacudí un poco y abrió los ojos.
-Buenos días madrugadora-me dijo aún adormilada
Buenos días Bella Durmiente-le respondí y me reí.
-Traes algo ahí atrás Elsi?-me preguntó y es aquí cuando me hago para atrás para lograr salir viva o evitar que me rompa los oídos.
E-Son obsequios Annie, te los manda Kristoff, me topé con Hans y Kriss cuando volvía a casa, y me pidió que de favor te entregara esto de su parte-le entregué las rosas y la carta y ella me arrebató todo de las manos, abrió la carta y la leyó, cuando terminó, gritó tanto que creo que asustó a todo el mundo.
-Cállate Anna Arendelle, por favor compórtate! Ahora, se puede saber porqué tanto alboroto?-le cuestioné tocándome el oído, creo que algún día esta niña va a dejarme sorda.
-Jejeje perdón Elsa, es sólo que Kristoff me invitó a salir esta tarde, y pues yo me emocioné por eso-me dijo como si fuera una niña chiquita
-En verdad me alegro por ustedes, pero a quien debes de decirle sobre tu cita de hoy es a papá -le dije y en cuanto oyó eso salió disparada al baño para embellecerse para su salida de la tarde.
Una hora después, estaba esperando a Anna en la sala para ir juntas a ver a nuestro padre, él es un inventor, y su taller lo tiene en el sótano de la casa, lo único malo de su trabajo es que viaja muy seguido y nos quedamos solas. Al fin oigo a Anna bajar y cuando la miro me siento orgullosa, pues ha crecido y ahora es toda una jovencita.
-Bien Anna hay que ir a avisarle a papá -ella sólo asiente con la cabeza y ambas bajamos. Al llegar vemos que nuestro padre está trabajando en un nuevo proyecto.
-Hola padre-saluda mi hermana y le da un abrazo y un beso, y yo repito la misma acción que ella.
-Hola mis niñas, díganme qué ocurrió allá arriba, por qué oí como que mataban a alguien?-preguntó mi padre y yo estallé en carcajadas y Anna se puso roja.
-Lo lamento padre, pero recibí una carta de Kristoff donde mi invitaba a salir esta tarde y de la emoción grité -dijo algo apenada
-Supongo que quieres que te deje ir-dijo a lo que mi hermana asintió con la cabeza-bueno, pero te quiero aquí para la hora de la cena-al decir eso mi hermana nos abrazó a ambos, se despidió y salió directo a su cita
Elsa: Algún día tendrás yerno padre y créeme que eso será pronto-le comenté y reí
-Sabes? Me gustaría más tener un yerno, pero por parte tuya cariño-mi dijo a lo que yo pare de reír
-Padre, sabes que ningún hombre de éste pueblo es para mí, no hay nadie aquí en quién confiar o con quién hablar, todos dicen que soy extraña -le dije algo desanimada y suspiré
-Elsa, tú eres una chica asombrosa y hermosa, si no haz encontrado aún a nadie es porque esa persona especial no está aquí, pero ya verás que cuando menos te lo esperes aparecerá -me comentó-y no eres extraña, es sólo que esta gente no entiende que tú tienes ideas muy distintas a las de los demás-agregó
-Gracias papá-le dije y lo abracé-Ahora, para qué es ese nuevo proyecto?-le pregunté al separarme de él
-Es mi nuevo invento, es una caja de música-al ver más detalladamente ví que éramos Anna, mi madre, mi padre y yo. Mi papá nos retrataba, yo era pequeña y Anna una bebé, una lágrima cayó por mi mejilla
-Es hermosa, qué le pasó?-le pregunté, siempre invadía mi pregunta. Él negó y ya no insistí, como siempre
-Elsa, hija, mañana es la feria lo que quiero decir es...-lo interrumpí
-Ya entendí padre, te vas a ir y no regresarás sino hasta mañana en la noche, descuida podemos cuidarnos solas, yo despediré a Anna de tu parte. Si no te vas ahora no llegarás a tiempo-le dije
-Antes quiero traerles unos obsequios a tu hermana y a tí, a ella le traeré vestidos, pero tú, qué es lo que quieres?-me preguntó
No sabía que responder, pero después de un rato lo supe
-Una rosa, no he podido hacer que crezcan aquí y en el pueblo no hay desde hace varios meses-le respondí
-Está bien, vestidos y una rosa, debo ir a preparar mis cosas-me dijo y subimos a preparar su maleta
***
Mi padre ya se empezaba alejar y yo sólo le despedía desde la casa
-Adiós papá!-le grité
-Adiós Elsa, cuídense mientras regresó-me dijo
Lo ví perderse entre los árboles y cerré la puerta. Me puse a preparar la cena y a leer mi libro nuevo.
En el bosque
Ya habían pasado horas desde que había acabado la feria y Maurice volvía muy feliz por haber obtenido el primer lugar, había comprado vestidos y joyas a sus hijas, pero le faltaba la rosa. Era invierno, era lógico que en esa época del año no hubieran rosas, pero se sentía mal al pensar en Elsa y en su cara al decirle que no pudo traer lo que le había pedido.
De pronto su caballo relinchó y paró en la oscuridad del bosque, Maurice vió lo que el caballo había visto y se sorprendió, frente a sus ojos estaba un espléndido castillo, pero no sólo eso, había un patio repleto de rosas, cosa curiosa, pensó Maurice, pero bajó del caballo para ir a tomar el regalo para Elsa.
Caminó por el patio buscando la rosa perfecta para su retoño hermoso, hasta que al fin halló la flor más bella que jamás haya visto antes, se acercó y la tomó, pero al caminar un par de pasos hacia atrás, escuchó que alguien se acercaba. Al mirar hacia atrás vió a alguien con capucha y un bastón de madera y decoraciones de escarcha, éste misterioso hombre se le acercó y luego habló:
-Quién eres y qué haces con mis rosas?-preguntó el encapuchado con voz grave y gruesa
-Lo siento tanto señor, sólo quería llevarle a mi hija una rosa, como ella me pidió -respondió el anciano lo más calmado que pudo sonar
El hombre lo miró de pies a cabeza y luego a la rosa
-Bien, puedes llevarte mi rosa. Entrégasela a tu hija, pero a cambio, deberás traérmela -le dijo la persona misteriosa a Maurice
Maurice estaba sorprendido, pero a la vez temeroso, temía por la vida de su hija, pero accedió, pues sabía que ella era valiente y fuerte y no dejaría que un loco le hiciera daño.
-Deberá venir mañana temprano a éste mismo lugar, sino llega les haré pagar con sus vidas a todos por tu culpa-le dijo y de repente escarchó la rosa-esta rosa quedará cubierta de escarcha y seguirá viva si tu hija viene a mí y cumples tu promesa, además seguirá intacta si tu hija aún está con vida, pero si fallan, la rosa se marchitará y acabaré primero con la vida de tu hija y luego con la tuya. Ahora vete, y no olvides tu promesa-le dijo éste misterioso hombre
Creó una tormenta de nieve que atrapó a Maurice y a su caballo, y que cuando terminó pudo distinguir que no muy lejos estaba au casa, sonrió y miró la rosa pero su sonrisa se desvaneció, pues frente a él estaba la rosa escarchada y viva cual amanecer de todos los días y una lágrima le recorrió por su mejilla al recordar la promesa tan cruel que le hizo prometer aquél hombre misterioso. Se limpió la lágrima y si dirigió a su casa, pensando en cómo decirles a sus hijas que Elsa debía ir con un loco sólo por tomar una rosa o que sino, todos podrían morir.
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La Bella y la Bestia (Jelsa) ||TERMINADA||
RomanceEsta es mi primera historia en Wattpad, así que espero les guste. Es una combinación de La Bella y la Bestia más Jelsa. Elsa Arendelle es una bella joven que vive en un pueblo, junto con su padre y su hermanita Anna. En donde vive la consideran extr...