Una familia desconocida.

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Hay veces en la que me gustaría salir a caminar entre las calles más angostas que existan, dónde sólo el aire y las hojas sean mis compañeros, no digo que alguien más pueda estar a mi lado pero eso lo descubrire a medida de mis pasos.

Un día como cualquiera mi madre decidió que fuera a comprarle unas rosas pero no cualquier tipo de rosas si no unas rojas, de ese rojo que tiene pinta de ser un poco infernal, pero que como adorno se ve muy bien.

Ahí iba yo, caminando sin rumbo sobre las avenidas, buscando esas rosas hasta que por fin las encontré, decidí entrar a aquella florería.

Por la apariencia se podría decir que llevaba unas cuantas primaveras en ese sitio, como toda una valiente abrí la puerta y me encontré con todo tipo de flores margaritas, claveles, girasoles. Pero claro todas tenían algo especial... Cuándo continúe mi paso vi algo, o más bien alguien no sabía si era mi imaginación, pero alguien estaba ahí parado con un ramo de las rosas rojas, eran las más hermosas que había visto, tenían algo peculiar, en serio creo que me estoy volviendo loca o... ¿las flores brillan? Bueno, bueno, regresé a mi orbita, por un momento pensé que era el vendedor pero no, puesto que este llego a mi lado y me pregunto sacando mis pensamientos de dónde estaban...

- Muy buenas tardes. ¿Desea algo señorita?

- Oh, perdón claro, deseo unas rosas como las de esa persona, de ese rojo brillante - respondí yo con una enorme sonrisa.

(El vendedor un poco dudoso me pidió que lo siguiera al fondo del pasillo).

- Por aquí. - Respondió amablemente.-
Me llamo Blerthoon, pero todos me dicen Blerth.
- mencionó mientras caminábamos. - Soy nuevo en este empleo, bueno en realidad soy nuevo en esta ciudad. Pero dime, ¿ cuál es tú nombre?.

Su presentación y su pregunta me sacaron realmente de contexto, no sabía bien qué contestar, me lo dijo cómo si me interesará saber de su presencia, no lo sé, fue muy raro, pero aún así, continué.

- Ohhhh... vaya pues bienvenido, yo también soy nueva aquí, bueno llevo ya unos meses desde que las vacaciones de junio empezarón, pero no he salido puesto que no conozco a nadie, a parte de que mi madre es un poco estricta desde que llegamos aquí, pero bueno... tendré una nueva escuela, nuevos lugares por conocer... pero bueno, soy Nashel un gusto Blerth. - aquí viene mi turno de las preguntas incómodas - Dime Blerthoon, ¿qué tienes planeado en tú estancia aquí? - Respondí un poco nerviosa de que la pregunta fuera muy directa, pero bueno, el me cuestionó de la misma manera. -

- Nashel? Nunca había escuchado ese nombre, que original, me gusta tú nombre es como una mezcla de Nathasa y Michelle. Lo normal en familias Sliths y Quentin. - Dijo un poco burlón - Pero bueno, en mi estancia créeme que haré cosas interesantes, pero por el momento supongo que sólo trabajaré aquí, en unos días entraré a la nueva escuela y por las tardes seguir trabajando, ¿divertido, no?.

- Podría decirse que sí. - Respondí un poco seria. ¿Familias Sl.. qué? Quentin? ¿qué es eso? Y por qué supone que formo parte de ellas...? - Aún qué debo decir qué, si tienes cosas interesantes que hacer, siempre te mantendrás ocupado, al igual que la escuela no es tan mala, solo hay que acostumbrarse. - Aquí va otra pregunta incómoda -. Por cierto Blerthoon, ¿A qué escuela entrarás?.

El me vió cómo si hubiera dicho algo raro, pero continuó. - Al colegio TUSH. - Dijo muy seguro de sus palabras. -

¿En serio?. - (no había dicho mamá que sólo personas importantes entraban ahí?...) - Me puse roja al instante por lo que estaba pensando....- Perdón me.. me saqué de .. es que yo también entraré en ese colegio.

Era obvio qué así sería, pero mira... que al final de cuenta si tenemos aquí un mundo muy pequeño.
- Por cierto te gustaria salir a tomar  algo Nashel?. - (debería decir qué sí? tal vez pueda sacar más información de todo lo qué el cree qué seguramente yo debería saber) - Así que Nashel?... salgo en 30 minutos, puedes esperar aquí si gustas. - Comentó algo serio, pero sutil a la vez, con media sonrisa. -