—En serio, no puedo creer que estés de acuerdo con esto —estaba diciendo Charlie.
Estamos todos en casa de Olivia preparándonos para el Baile de Otoño. Estamos en su cuarto, con ropa esparcida por todas partes, y páginas arrancadas de InStyle y Glamour en el suelo, de donde intentábamos recopilar ideas. Es un desastre, pero no importa. Diez minutos después de que nos vayamos, todo será ordenado.
La casa de Olivia es más un hotel que una casa. Tiene su propia suite completa con baño de mármol, un armario enorme y sala de estar. Realmente podrías pasar un año en su casa sin tener que abandonarla nunca. Lo intentamos un fin de semana, una vez, pero Matt Lester acabó celebrando una fiesta el sábado por la noche, así que no lo conseguimos.
La sala de estar de su cuarto siempre está llena de nuestros picoteos favoritos (fritos, chupa chups y pescado sueco), y tiene todos los canales de On Demand así que puedes ver cualquier película cuando quieras. No tenemos eso en nuestra casa. Ni siquiera tenemos HBO. A mis padres nunca les ha entusiasmado la televisión. Les costó hasta que tuve quince años hacerse con cable.
Pero esta noche no hay tiempo de disfrutar de los Twizzlers. Vamos tarde. Se suponía que íbamos a estar allí hace media hora, y estoy experimentando mucha culpa por haber abandonado a Lauren. Puedo imaginarla en el patio poniendo las luces, buscando ayuda. La regla de Charlie de nunca llegar tarde no se aplica a funciones, pero esta noche de verdad deseaba que lo hiciera. Me está molestando e, ignorando el comentario de Charlie, pregunto, otra vez, si alguien le ha enviado un mensaje de texto.
— ¿No lo hiciste tú? —Dice Olivia. Quién está en su mundo, poniendo morritos y mirándose en el espejo. Su pelo rubio está rizado, producto de setenta y cinco minutos de rizador. Charlie está a su lado, tratando de apartarla. El pelo de Charlie está listo, y unos pocos bucles caen con gracia sobre su cara. En los bordes del espejo hay fotos de nosotras desde el inicio de primer año. Hay una de nosotras haciendo una pirámide humana en el patio trasero de la casa de Charlie, de la vez que intentamos que San Bellaro creará un equipo de animadoras. Pero desechamos la idea tras una semana, cuando Charlie se negó a aceptar nuevos miembros. Hay un par de fotos de Malibú, y una de Olivia y Ben comiendo helado. Tiene que ser nueva. Me pregunto quien la tomó.
Cojo mi teléfono y le envío un texto de disculpas a Lauren: "Vamos tan retrasadas. Lo siento. Estamos allí lo antes posible".
Dejo el móvil e inmediatamente lo cojo para ver si ha respondido. No lo ha hecho.
—Es cierto, sin embargo —dice Olivia—. Estás manejando esto realmente bien.
Me encojo de hombros y les digo lo mismo que me dijo Justin ayer.
— Es mi prima. Él sólo me está haciendo un favor.
—Algún favor —dice Charlie, metiéndose en su vestido rojo.
—Ellos también solían ser amigos. Además, ella no lo sabía —digo.
—Lo que sea —dice Charlie—. No es bueno.
—Ni siquiera la va a recoger —argumento—. Y además, no es mi novio— quiero añadir. No aún, de todos modos, pero no lo hago.
—De alguna manera pensé que esta podría ser la noche— dice Charlie.
—¿Qué noche?
—La que tú y Justin, ya sabes.
—Oooooh — dice Olivia—. ¿De verdad?
—No —digo—. Vamos. Sólo nos hemos besado —La memoria de los labios de Justin sobre los míos me hace sonrojar. Se suponía que iba a venir anoche, pero se quedó atrapado ayudando a su padre a reparar un coche. Su padre está obsesionado con los coches antiguos, y él y Justin han estado arreglándolos juntos desde que éste era un niño. Es dulce, algo que hacen juntos, sólo ellos dos. Su padre los vende después. A veces vemos a alguien conducir uno por la ciudad, y Justin dice “Ahí va otro Bieber”. De todos modos, una vez terminaron, ya eran las nueve y tenía deberes que hacer. Sé que eso no significa necesariamente nada. Justin nunca deja los planes con su padre. Es algo que de verdad le respeto. Pero me gustaría saber un poco más sobre qué debería esperar esta noche. Especialmente porque no vamos a ir a este baile juntos y sólo nos hemos besado un par de veces en los acantilados.