Lazo 4

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Lazo 4
Las palabras que no pude decirte

No encontraba a nadie por ningún lado, deseaba que Kyoko–chan la acompañara a comprar el regalo pero ella había tenido que salir de viaje con compañía de Takeshi-san, lo cual le deja sin opciones entonces recordó a cierta persona que podría acompañarla, se dirigió al único lugar que sabía dónde se encontraría.

Dio unos pequeños golpes a la puerta y espero. Pero no obtuvo respuesta, volvió a tocar recibiendo la misma respuesta, lentamente abrió la puerta – ¿Tsuna-san? – entro cautelosamente buscando con la mirada al joven castaño, no lo veía, el lugar se encontraba vacío estaba dispuesta a irse pero la curiosidad le gano, era la primera vez que podía entrar al despacho, ya que mayormente Gokudera siempre la echaba, se acercó a un librero, se preguntaba si el castaño hubiera podido leer todo eso, entonces colgado en pared podía ver varios retratos se acercó, eran muchas fotos de todos ellos juntos cuando aún estaba en Namimori, fotos de la sucesión, salidas hacia diferentes parques, dio un pequeño salto al escuchar una voz que la asusto.

– Bas...ta...papeles...demasiados – escuchaba murmullos, y supo que estos provenían del escritorio y fue que lo vio, ahí se encontraba Tsuna rodeado entre montañas de papeles, estaba dormido, no puedo evitar reírse bajito, se acercó a él se veía tan tierno, se debatía en despertarlo o no, movía suavemente su hombro.

– ¡lo siento Reborn! ¡No volveré a quedarme dormido! ¡Así que no me mates! – grito a la vez que se levantaba drásticamente de su asiento provocando que este se cayera al suelo.

– ¡Hahi! ¡Tsuna-san no asustes a Haru! – le reprocho.

– ¿Haru? – estaba confundido, miro por todos lados tratando de encontrar a su tutor, pero no había rastros de él, aunque si lo pensaba mejor él lo hubiera golpeado mientras aún estaba dormido, suspiro en alivio –  ¿Qué haces aquí Haru?

Etto, Haru busca a Gokudera-san.

– ¿a Gokudera-kun? ¿Para qué lo buscas? – inconsciente mente había fruncido el ceño, justo cuando le había pedido a Takeshi que acompañara a Kyoko para que estuviera lejos de ella, Haru decida buscar ahora a Gokudera.

– Eh... –  la veía nerviosa, no le gusto eso – Haru debe ir a un lugar y desea que Gokudera-san la acompañe – le respondió si mirarlo.

– ¿a qué lugar deseas ir? – Haru se sentía más nerviosa ante ese interrogatorio – no tengo nada que hacer, si quieres yo puedo acompañarte – Haru por fin lo miro de frente, para después ver los cientos de papeles en el escritorio del joven y luego mirarlo a él y otra vez al papeleo, Tsuna se dio cuentas de aquello ‹‹el papeleo si me voy sin terminarlo estoy más que seguro que Reborn me asesinara pero... no puedo dejar que Gokudera y Haru estén solos›› se acercó a su asiento que aún estaba en el suelo, tomo su saco y antes de que se dirigiera a la puerta escucho un grito mientras era sujetado por el brazo.

– ¡NO! – la miro confundido entonces sentía como el agarre se volvía débil – l-lo que Haru quiere decir es... que no desea estorbarte en tu trabajo Tsuna-san – la veía ver los papeles – y... solo Gokudera-san puede acompañar a Haru.

Se quedó ahí quieto no lo admitiría pero el hecho de escuchar aquellas palabras le molesto ‹‹ ¿Por qué solo Gokudera-kun puede acompañarla? ¿No eran amigos? ¿Por qué se sentía tan molesto?›› tantas preguntas estaban rondando en su mente que si no hubiera sido por la oportuna patada que recibió en el estómago se hubiera quedado así toda la tarde.

Nunca Dejes De Intentarlo - (En pausa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora