A/N: ¡ Hola a todos! Esta historia es un one shot que escribió la maravillosa @moviegeek120 (Jazmin), la escritora de CC7 y LJ10. Me pareció tan bonita que necesitaba traducirla y compartirla. Merece la pena leerla, espero que la disfrutéis.
-----------------------------------------------------Recogí mi ropa del suelo e inspiré profundamente mientras intentaba peinarme. Miré a mi alrededor. Las sábanas revueltas eran una prueba de lo que acababa de ocurrir, así como la otra mujer que se vestía en la gran suite de aquel hotel. A pesar de no ser la primera vez que hacía aquello, la culpa seguía ahí.
-Estoy empezando a cansarme de esto, Lauren -oí que decía mientras me calzaba-. ¿Cuándo piensas decírselo?
-Pronto- respondí rápidamente.
-Llevas diciendo eso los últimos seis meses- dijo Normani con el enfado pintado en su voz.
-No es fácil, pero voy a hacerlo. Solo necesito un poco de tiempo- respondí suspirando.
-No pienso seguir siendo tu puta amante. O se lo dices en una semana o hemos terminado.
-Vamos...-intenté calmarla mientras caminaba hacia ella.
-No, esta vez va en serio -respondió con determinación, apartando mis brazos de su cintura-. He sido paciente, pero esto no es lo que quiero. Vernos a escondidas era divertido al principio pero hace tiempo que dejó de serlo.
Se dirigió hacia la puerta, pero antes de salir añadió:
-Tienes que decírselo a Camila.
-----------------------------
-Buenas noches, señora Jauregui.
Como cada noche, mi ama de llaves me saludó mientras cogía mi abrigo y sonreía con educación. Aquella rutina era incluso más agotadora que las largas horas de trabajo. Había construído una vida que parecía perfecta; y lo sería, si no fuese una fachada.
-Gracias- murmuré, agotada-. ¿Dónde está todo el mundo?
-Se han ido a la cama. Puedo calentar su cena, si quiere.
-No, gracias, estoy bien. Puedes retirarte también.
Asintió y la vi desaparecer escaleras arriba. Me planteé subir a ver a Lucas, pero probablemente estaría dormido y no quería despertarle. Así que fui directa al dormitorio principal. Al entrar, encontré a Camila en la cama con un libro en sus manos, las gafas puestas, una coleta y cubierta por las sábanas; la imagen de cada noche. La que llevaba siendo mi mujer 11 años notó mi presencia y levantó la vista.
-Hola- saludó con una sonrisa.
-Hola... -susurré por alguna razón.
Notaba el estómago encogido. El recuerdo de mi conversación con Normani me aceleró el pulso. Sabía que tenía que hacerlo algún día, pero nunca parecía un buen momento. Me quedé en el centro de la habitación mirando a aquella mujer de ojos marrones. Una parte de mí la quería, había estado a mi lado siempre y no quería herirla... Pero otra parte de mí sabía que ya no era feliz.
-Lauren, ¿qué pasa? -preguntó preocupada, dejando su libro a un lado.
-Tenemos que hablar- mi voz ya temblaba.
-Vale -respondió tranquila.
Respiré hondo y me acerqué a la cama, sentándome en el borde, agarrando con nerviosismo las sábanas. Una vez hablase con Camila, no había vuelta atrás. Ese pensamiento era el que me había alejado de tener esta conversación. Pero no era justo para ella.