¿Primer beso? ¿Primer Amor?

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19 de Julio de 1994

Querido Diario:

Dios mío. Yo… no sé cómo decirte esto… sólo… contaré lo que me ha sucedido hoy… (Sí, diario, hoy… (Todavía no supero el shock)).

Rolf me llamó al teléfono de casa y me dijo que necesitaba verme antes de que me fuera a La Madriguera. Acepté, después de todo ¿Qué podía pasar? Nos encontramos en una pequeña plaza que hay frente a la casa de Rolf (su casa queda a dos cuadras de la mía), y él me dijo:

- Sé que te vas el lunes, y quería contarte algo importante antes de que… antes de que pasara otro año sin verte…

- Claro. Dime.

- Pues. Sé que somos amigos…

- Los mejores… - añadí sonriéndole.

- Lo sé – suspiró -. Precisamente es por eso que quiero hablar contigo…

- ¿Sucede algo?

- Pues… sí – admitió -. Yo… no es fácil decirte esto…

- Adelante, puedes decirme lo que quieras, lo comprenderé… - le sonreí, él sonrió.

- Supongo… que… lo harás. Ven aquí… - dijo, y me aproximé más a él en la banca – yo… Hermione… tú… tú me gustas…

Lo dijo en un tono casual, como si estuviera hablando del clima. Se aproximó más a mí, al punto de paralizarme. Sentí mi respiración más lenta, mi cerebro intentaba procesar la información…

- No es desde hace poco – añadió. Movía los labios lentamente, su aliento chocó de lleno en mi boca. No sabía cómo pararlo, cómo explicarle… que él… era para mí sólo un amigo… - De hecho, me gustas desde que te conocí…

Vi dos hermosos ojos azules acercarse a mí, lentamente… y me dejé llevar por ésos ojos. Y… pues… pasó. Mi primer beso llegó, de la persona menos esperada, en el momento menos esperado para mí. Sentí sus labios e instintivamente, cerré los ojos. Volví a recordar sus ojos y en mi mente, sucedió algo extraño: imaginé su rostro, pero estaba distinto… Tenía pequeñas e incontables pecas, el cabello más largo y de un color llamativo, al igual que las pestañas, tenía una sonrisa pícara, tenía… todo lo que debía tener… era el ser más perfecto...

Y dejé que me besara. Dejé que pusiera sus manos en mi cintura. Dejé que acariciara mi cabello. Dejé que lo hiciera, porque era perfecto. Y volví a pensar en ésos ojos que se acercaban, y noté que no eran de ése ser perfecto. En realidad ésos ojos eran de Rolf, mi amigo. Coloqué con suavidad mis manos en su pecho y lo aparté de mí con delicadeza. Estaba rojo, y no pude verlo nuevamente a los ojos… corrí a mi casa, sin embargo no oí la voz de Rolf. Dejé que se me cayera una lágrima al entender que la relación con él no volvería a ser la misma. Entré a mi habitación, por suerte no encontré a nadie en el camino. Y me senté, respiré profundo.

Ay, diario, ¡Siento tantas cosas! Estoy confundida, algo mareada, emocionada, feliz, triste… no sé… Temo perder la amistad con Rolf, él es muy importante para mí, pero como amigo…

Y… es que de todas maneras es emocionante ¡Mi primer beso!

Y… tengo una confesión… No sé si es mala, buena… no sé… Pero… identifiqué a ése "ser perfecto"… lo pongo entre comillas porque… ¡Es Ron! Y…bien, debo aceptarlo… ¿Por qué demonios pienso en él mientras otro chico me besa? Es que… es difícil aceptarlo… que Ginny… quizás tenga razón… ¡Dije quizás! Pues… deberé pensar más en el tema. Pero dejemos la pregunta clara: ¿Me gusta mi mejor amigo, justamente el que más odio?

Diario Secreto de Hermione GrangerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora