CAPITULO 84 Propuesta dolorosa. Parte II.

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---Yukito---

Por lo menos me he podido bañar.

Mookyul me dejo un cambio de ropa.

Un pantalón muy pegado y una camisa negra.

Mi cuerpo aun duele.

Mi cadera la ciento destrozada.

Todo me da vueltas.

No quiero esto.

Quiero estar al lado de Akihiko y nuestro hijo.

No quiero seguir aquí.

Tengo miedo.


No más.

Me recosté en la cama para poder dormir.

Aún me sigue doliendo mi cadera.

Mookyul es un maldito infeliz.

No quiero estar aquí.

Necesito escapar.

Este tipo ha abusado de mí.

Ya no puedo más.

Ya no quiero esto.

Quiero irme.

Escapar.

Este hombre es un sádico.

Tengo mucho miedo.

Usagi-san...

Mi amor, lo siento, lo siento...

Deje que otro profanara mi cuerpo.

Me mancillara e hiciera conmigo lo que quiso.

Lo siento amor.

Camine hacia la puerta e intente abrirla pero nada.

Siento que me volveré loco si sigo encerrado.

Me recosté en el sofá y la puerta se abrió.

-Te ves exquisitamente delicioso hoy.

Siento como mi cuerpo se estremece y me siento.

-Como ya está todo cerrado puedes pasearte por las habitaciones de día, pero de noche abrirás tus piernas para mí como la puta que eres.
-...
-¿ENTENDISTE?

Mordí mi labio con fuerza mientras él se acercaba, dejo una charola en la mesita.

-Come, estás muy débil y no quiero que te vuelvas a desmayar cuando te haga mío.
-...
-CONTESTA.
-S-Sí. –murmure.
-BIEN, TE VERÉ.

Empecé a comer lentamente.

Él me miraba fijamente, algo que me incomodaba bastante.

Podía ver como se frotaba su entrepierna.

Cuando había comido al menos la mitad, comencé a sentir mucho calor.

¿Qué es esto?

-Parece que dio resultado.
-...
-Coloque en tu comida afrodisiacos muy potentes, -sonrió- estoy muy cachondo y tengo que desfogarme contigo en lo que mi Hiroki regresa.

Siento como si mi cuerpo se estuviera quemando.

Necesito...

Maldición.

No...

-Con esa cantidad de afrodisiacos estaremos follando como putos conejos por lo menos un día entero, en lo que Hiroki viene.
-N-No...
-¿Sientes que quieres coger?

Se acercó lentamente a mí hasta acorralarme en el sofá.

-De haber sabido que contigo puedo coger como un loco, hubiera ido por ti y no por Hiroki.
-...
-Eso hubiera sido más rápido, tenerte a ti y luego a él.

Sus manos comienzan a acariciar mi cuerpo.

-Ahhh n-no.
-¿Seguro?

Siento como cada caricia quema.

La ropa se hace pesada.

Siento muchas cosas.

Es tan extraño.

No quiero...

Debo resistir.


Sus labios devoran los mío. Intento apartarlo pero mis fuerzas fueron desapareciendo haciéndose nulas...





---Rick---

Maldición.

Ese estúpido mafioso.

¿Por qué?

¿Por qué mi hijo?

Hiroki y Yukito han sufrido mucho.

No es justo que sigan haciéndolo.

Maldita sea.

Quiero acabar con ellos.

Matar a ese maldito de Steven y Mookyul.

Incluso Takeshi.

Dejarlos.

Matarlos.

Acabar con ellos.

Ya es tiempo de ser felices.

Debo proteger a mi familia.

Dar todo por ella.

Esta vez lo conseguiré.

Ya no soy un chico como hace años.

Soy un hombre dispuesto a todo.

Camine hasta la habitación y vi a Nelly cargando a Toshiro.

Lo abrazaba con mucho amor.

Tanto que no quería soltarlo.

Sus lágrimas se deslizaban por sus mejillas.

-Nelly...
-Lo siento.

Camine hasta ella y cargue al niño.

-Mi hijo Rick.
-Ya varios guardias fueron a buscar en sus propiedades.
-No sé merece esto.
-Calma amor.
-No merecen pagar por mis errores.
-Nelly, -tome sus manos- no has cometido ningún error.

Recosté al pequeño en la cuna y abrace a mi amada.

-Aquí estoy.
-Mis hijos, ¿Por qué?
-Lo vamos a encontrar.
-Ese hombre le ha hecho tanto daño.
-Vamos estar con él, vamos a superarlo juntos.
-Quiero que lo encuentren ya.
-Tranquila mi amor, ten fe.
-Eso es lo que estoy perdiendo.

Deje que llorará y la abrace más a mí.

No me gusta verla triste.

Debo de encontrar a nuestro hijo.

Esto tiene que acabar.

Tiene que ser como debería de serlo.

Ser felices.

No más tragedias.

Juro que lo encontraré y acabaré con los demás.

-Iré por él, así que cuida de los chicos ¿ok?

Ella asintió y bese su frente.

Sentimientos Ocultos - Junjou egoistDonde viven las historias. Descúbrelo ahora