Mi nombre es Alison, tengo 15 años, mi cabello es color castaño y mis ojos son color verde, no soy muy alta, pero tampoco tan chaparra, vivo junto con mis padres en una muy bonita cabaña alejada de la ciudad y les voy a contar mi historia.
Era otoño del año pasado, estaba sentada en una banca en frente de mi cabaña, veía las hojas caer de los árboles y moverse mientras el viento les soplaba, estaba escuchando música con ayuda de mi celular y junto a mí estaba mi perrita Mindy, la cual estaba dormida. Como era de mañana, se suponía que debía ir a la escuela, pero se suspendieron las clases, por lo tanto no era necesario que fuera a la ciudad, en cambio mis papás tuvieron que ir a trabajar. Por alguna razón estaba muy relajada, pero al mismo tiempo algo preocupada, ya que el día lucía maravilloso y normalmente no era así. Pasó una media hora y sonó un teléfono dentro de la casa, entré por la puerta principal y fui hacia la cocina, ya que ahí se encontraba el teléfono más cercano, lo contesté y de repente empecé a escuchar a mi mamá llorar, le preguntaba que qué pasaba, pero no respondía y simplemente colgó. Eso me alteró un poco, por lo que mi día ya no fue tan bueno; en eso empecé a escuchar cómo mi perrita intentaba abrir la puerta principal de la casa y como no estaba del todo cerrada, logró entrar, corrió, subió las escaleras y empezó a rasgar la puerta de mi cuarto, desde abajo se podía ver cómo la puerta por alguna razón estaba cerrada y normalmente no la dejo así, traté de hablarle para que bajara, pero no me hacía caso y eso fue raro ya que ella es muy obediente. Estaba a punto de subir las escaleras cuando de repente escuché las voces de unos niños jugando fuera de la cabaña, por lo que decidí ir a ver lo que pasaba. Me quedé sorprendida, lo que escuchaba no eran unos niños, ¡sino unos pájaros!, escuché una voz de uno. -¡Hola!, al parecer eres nueva en esto, yo soy Fadel y como muchos otros de aquí, seré tu nuevo amigo.- dijo. Me quedé sumamente impactada, digo, no es muy normal que un pájaro te esté hablando, pero no quise ser muy grosera y contesté.- Hola, mi nombre es Alison y tengo una pequeña pregunta, ¿cómo es que puedes hablar?-. Antes de que me pudiera contestar se acercó otro pájaro.-Perdón por interrumpir, mi nombre es Fermín y en realidad nosotros siempre hemos podido hablar, pero sólo podemos entablar conversación entre nosotros los animales y con seres como tú, pero no podrás hablar con tu perrita. - dijo. Me asusté, no sabía qué habrá querido decir con "seres como tú", ya que yo seguía siendo una persona común y corriente o eso pensaba. - ¿A qué te refieres con seres como yo?, yo soy una persona como cualquier otra, pero las demás personas no pueden hablar con pájaros o, ¿es que me estoy volviendo loca?- dije. – No Alison, no estás, ni vas a estar loca, es que creo que aún no te has dado cuenta, pero no te preocupes, con el paso del tiempo lo sabrás- dijo Fadel. Eso me asustó aún más, yo ya quería saber lo que pasaba, ¿por qué mi mamá estaba llorando? y ¿por qué Mindy no me hacía caso? Empecé a caminar por el bosque tratando de pensar que qué estaba pasando, pero no encontraba nada, con lo único que me encontré fue con un pequeño conejito blanco y como ya me lo esperaba, empezó a hablar, -Hola, mi nombre es Agustín y quería saber si quisieras conocer a los demás seres como tú.- dijo. Ya estaba por anochecer, así que tenía que negarme, -No puedo lo siento, tengo que regresar a mi casa, ya van a llegar mis papás y luego me regañan, pero si quieres, mañana me puedes llevar-. Agustín asintió y se fue saltando entre los árboles y yo me dirigí a mi casa.
Al parecer, mis papás ya habían llegado, ya que estaba el carro blanco de papá estacionado en frente de la cabaña. Entré y no los encontré, así que subí por las escaleras y me aproximé a su cuarto, cuando estaba a punto de entrar escuché a mi mamá llorar y a mi papá tratando de consolarla, entré y mis papás se asustaron, como si se estuviera tratando de un fantasma,- Hola, ¿qué pasa?, ¿por qué estás llorando mamá?- dije angustiada. No me contestaron, prácticamente me estaban ignorando y eso me preocupó aún más, es como si no existiera. Sonó el teléfono y mi papá contestó, -Hola... sí, lo sé, fue muy triste, en especial para su mejor amiga Sofía y su mamá está muy triste, me preocupa-. ¿Por qué mi mejor amiga estuviera triste? esto no tiene ningún sentido. –Todos extrañaremos a Alison- dijo mi papá. ¿Todos me extrañaran? Esto no puede ser, mis papás no me hacen caso, tampoco Mindy, ¡hablo con animales!, ¿acaso es lo que estoy pensando? Sí, eso es, estoy muerta.
Continuará...
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Mi Nombre Es Alison
Short StoryHistoria de misterio y fantasía que te hará pensar en muchas teorías, pero después descubrirás lo que verdaderamente pasa con esta chica, con Alison.