Pacify her║Stheo OS

You don't love her

Un cansado y triste chico camina hacia mi dirección.

Sonreí al verlo. Él estaba sorprendido por verme ahí después de todo ese tiempo, en la escuela, ayudando con la creatura que quería matar a Scott.

—¿Theo? ¿Theo Raeken?

Scott me preguntó asombrado, yo asientí.

—Si, volví. Me enteré que había un alfa nuevo en Beacon Hills. Un alfa verdadero, y cuando supe que es Scott Mcall tenía que regresar— hable serio, tanto como podía aparentar —Regresé porque quiero unirme a tu manada.

Mire sus expresiones, Scott estaba asombrado y no sabía que decir. Sé que es un buen chico y piensa en si es buena idea, con él solo basta buenas acciones para quedar bien. En cambio, Stiles es diferente. Él me mira con duda, como si pensara en no confiar en mi. Él si es listo y eso puede ser un problema.

Después de esa presentación prometí verlos después, ellos se marcharon a la biblioteca y yo me fui donde debía estar.

Mientras sujeta la mano de una chica.

La siguiente vez que lo vi caminaba a la escuela, desde antes de entrar podía escucharlo hablar de mi con un chica. Los vi tomados de la mano y sonreirse antes de besarse y entrar a la escuela. Después entre a clases y en el salón estaba él.

Podía sentir su mirada en mí mientras yo fingía que no. En algun momento subí mi mirada a la suya, él me miro igual que la primera vez de nuestro reencuentro. Veía la duda en toda su cara y esa solo aumentó con los homicidios.

—¿Por qué no confías en mi?

Estabamos en su jeep en camino a ver a Scott, yo aprovecharía cada momento.

—No te conozco, debo hacerlo—

Apretaba el volante mientras mantenía su mirada en camino evitando verme.

—Si, lo haces desde cuarto grado—

Volteó su mirada del camino a mi con su boca ligeramente abierta, como solía hacerlo. Frunció el ceño y negó.

—Del cuarto grado hasta ahora pudo cambiar mucho—

Sonreí aún viendolo y acerqué mi mano a la suya en el volante. Él la miraba confundido.

—Sé que dije que regrese por Scott, pero también lo hice por ti—

Acaricie sutilmente su mano. Él no quitaba la vista de ella junto a la mía, hasta que entendió mi confesión.

—¿Por qué?— cerró ligeramente los ojos, mirándome curioso.

—Sé que no confías en mi pero quiero que sepas que yo si lo hago, y para lo que sea estaré ahí.

Esas simples y lentas palabras entraron en su mente tal y como planeaba.

Los chicos quimeras empezaban a morir como fracasos que eran y eso solo hacía que Stiles mantuviera más su mirada en mi. A una parte de mi le gustaba porque podía observarme todo el tiempo, pero otra parte le frustraba, ya que debía tener mi total confianza. Use a Donovan para eso.

Vi como salía de la biblioteca asustado y casi en shock, a este punto seguro había hecho alguna estupides que yo debía aprovechar. El volvió a regresar, y al no ver nada, se sintió un poco aliviado pero igual de pánico. Vi todo desde las sombras. Veía como se mataba mentalmente ante lo que había hecho. Yo solo esperaba los momentos para actuar.

Después fue en el edificio del hospital, cuando mate a esa quimera frente a sus ojos.

—No digas nada Stiles, por favor.—