Arrepentimientos, el pueblo fantasma la dama nocturna

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Primera parte...

                     Arrepentimientos

No se cuántos días habremos estado flotando a la deriva esperando que la corriente marina nos lleve a tierra firme, a un lugar dónde puedan ayudarnos o bien que nos lleve a las profundidades del mismo infierno.

Steve y yo estábamos echados mirando el cielo despejado, cada uno por su lado, cada uno con una pena interna y pensando quién sabe que cosa, pero ambos estábamos consternados,  aunque tratábamos de no perder las esperanzas, a veces lo oía llorar en silencio entonces yo también lloraba, recordándome de mis amigos y todas nuestras aventuras y ahora estaban muertos; Con el paso de los días lloraba no solo por ellos, si no, porque los días pasaban y aún nadie nos había encontrado, a penas ayer agotamos la única galleta que quedaba de las previsiones que habían en el bote; ahora estábamos no solo a la deriva sino que también sin alimentos, las cosas empeorarían si no encontrábamos dónde desembarcar. 

Afortunadamente al día siguiente, estábamos sentados los dos hablando prácticamente como derrotados porque aunque nos repetíamos que saldríamos de esta, en el fondo no lo creíamos y en lugar de ello, creíamos que al final también moriríamos.

- lo, que más me hubiese gustado, Brucey, es haberle pedido perdón a Lorraine, es más, jamás haberme divorciado de ella, jamás lo hubiera admitido hasta ahora, pero el día que me divorcié de ella, perdí a una gran mujer -confesaba Steve cabizbajo.

-yo...nunca más volví a hablar del tema, pero debo confesar que recordar lo sucedido con Jane aún me afecta, aún me duele, me gustaría poder hablar nuevamente con ella para que me explique porqué lo hizo, esa vez no la deje ni hablar quizá así hubiera podido perdonarla, aparte de eso, hace no mucho tiempo había conocido a una chica, muy guapa ella y con un nombre raro pero tierno a la vez, se llama Paddy, me hubiese gustado conocerla más, es de esas mujeres  con las que podría pensar en casarme, tener hijos, además que estaba como me gustan, ya sabes, rubia, alta, piernona- Steve sonreía mientras la describía -y además una mujer decente, en resumidas cuentas era la mujer perfecta para mí,  pero ahora... quién sabe si la volveré a ver- concluí mi confesión, pero Steve parecía no haberme prestado atención, se había puesto de pie y con una mano bloqueaba el sol que caía sobre sus ojos.

-Brucey, creo que después de todo si podrás casarte con con la rubia piernona de Paddy.! Veo tierra¡!tierra a la vista¡-gritaba eufórico saltando en su sitio, mientras que yo me paré y miré en la misma dirección y efectivamente una gran masa o cordillera de tierra, de preciosa, tierra se veía hacia el norte oriental, empecé a saltar con la misma emoción que Harris, la esperanza había vuelto a mi alma.

-!ya, cuidado que nos hundiremos ,mejor hay que remar hasta la orilla¡-puso en precaución Harris, nos sentamos y empezamos a nadar con las pocas energías que nos quedaban. Cada remada parecía un océano entero pero cada vez estábamos más cerca, por fin, cuando el bote estaba a punto de encallar Steve y yo no pudimos resistir más, tantos días en medio de las aguas y ahora por fin nuestros pies tocarían tierra firme, por fin dejaríamos el balanceo constante del mar,!por fin!.

Saltamos y corrimos hacia la orilla arenosa, cayendo y embarrando nuestro cuerpo con ella, si hay algo que se llame felicidad, juro que en ese momento fue el más feliz de mi vida, ¡el más feliz de la puta vida!.

El bote encalló pero ya ni nos percatamos donde quedó estábamos extasiados de felicidad, tendidos en la arena mirando el sol radiante y la brisa fresca de ese momento.

Estuvimos bastante tiempo así, de pronto Steve vino hacia mi, en su mirada se reflejaba la felicidad y esperanza, lo mismo que yo sentía.

-¿esto es maravilloso no lo crees?-preguntó mirando maravillado el lugar.- bueno,no porque hemos llegado a tierra estamos a salvo ¿sabes? No tengo ni puta idea de dónde estamos, no se si es una isla gigante o un continente, sea cual sea es peligroso porque no conocemos el lugar y sus habitantes, ¡levantate Bruce! Debemos explorar el lugar-dijo esto y se puso de pie nuevamente y se fue a un lugar dónde mi vista no alcanzaba.

Cuando por fin me puse de pie, recién pude divisar la gran muralla de árboles grandes altos y de aspecto tenebroso. Más allá Steve también miraba la gran muralla que se extendía al oriente y occidente y se perdía su fin debido al aire con arena, brisa o neblina marina, el lugar sin dudas estaba para que los vellos se erizarán.

- ¿y ahora que haremos? Se ve aterrador este lugar - comenté cuando hube llegado a su lado.

- lo sé, me causa mucho recelo entrar pero no creo que tengamos otra opción, debemos explorar el lugar y pedir ayuda para regresar a casa- respondió Steve pensativo sobandose el mentón sin dejar de mirar la muralla de árboles.

- y el bote se hizo añicos-dije viendo como había quedado el bote encallado, literalmente se había partido en dos.

- bueno, entonces andando enano- dijo empezando el camino a nuestra gran travesía. Sin imaginar lo que nos esperaría en aquel espantoso bosque.

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Melielick

the dark island...AlirahDonde viven las historias. Descúbrelo ahora