Cap.54

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¡Rushers! Quedan cinco capítulos para la finaaaal...

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Me había encerrado en mi habitación para poder deshacerme de mi malhumor. Sí, estaba faltando a clases, pero mi padre no se iba a enterar. Mi padre estaba trabajando, y los profesores no eran tan imbéciles para llamarlo durante el trabajo. Sentí el pitido de mi móvil. Más bien, la música de mi móvil. Lo miré  y en la pantalla ponía "Kendall". Me estaba llamando. Mi mente se debatía entre cogerlo, ignorarlo o colgar sin responder.  Y no pude evitar contestar... aún así, pareciendo estúpida.

-Qué quieres Kendall...-Dije de mala gana.

-¿Dónde estás? Xenia me dijo que te fuiste. 

-En mi casa.-Suspiré- No me encontraba bien y...

-No me mientas. -Me interrumpió- Sé que estabas en perfecto estado cuando hablaste conmigo. Sólo... te enfadaste y te fuiste.

-Kendal, no quiero...

-No digas nada. -Volvió a interrumpirme- Si estás molesta conmigo, dímelo. Pero no quiero que te vayas del instituto sin avisarme. Puedo pensar que alguien te ha raptado o qué sé yo...

-Oh, no estoy molesta contigo. Sólo necesito estar sola. -Suspiré de nuevo- Olvídalo... No quise ofenderte al saber eso de la apuesta. Lo siento.

-Tranquila. -Se oyó una voz por detrás. Más bien, se oyó la voz de Xenia diciendo "¡Déjame llamarla!" O puede que sean sólo imaginaciones mías.- ¡No! Uy, perdón, (Tn)____, estoy dicutiendo con... Logan. Emm... tengo que colgar. Te amo.

-Y yo a ti...-Colgó.

¿Eran imaginaciones mías o... Kendall me ocultaba varias cosas? No, serían imaginaciones. Kendall no sería capaz de mentirme.... 

Después de un rato pensando en todo lo que había pasado, decidí ducharme. Hoy no me había duchado, y una pequeña ducha eliminaría los malos pensamientos de mi cabeza. O al menos, eso esperaba.

...

Me vestí con ropa de calle. Aún era demasiado temprano para ponerme el pijama, no era ni mediodía. Cepillé mi pelo mojado y lo dejé suelto para que se secara sin esforzarme. Volví a mi cama para dibujar un rato, también hacía mucho tiempo que no dibujaba. Un mensaje llegó a mi móvil. Otra vez con Xenia...

"Tengo un rato libre, ¿Quieres que te diga en qué consiste la apuesta que te mete dentro?" La verdad es que me picaba la curiosidad, y aunque seguramente luego me iba a arrepentir... "Está bien, pero rápido." Escribí ya harta. Dentro de pocos segundos, la pantalla de mi móvil volvió a iluminarse con un muevo mensaje. "No te deprimas... Logan y Kendall hicieron una apuesta para ver quién conquistaba tu corazón, todo ha sido una mentira." Por un momento mi corazón se estrujó. ¿Se suponía que Kendall me había estado mintiendo todo este tiempo? No. No podía ser. Sería una de las bromas de Xenia. Le mandé un nuevo mensaje. "Ja, ja, ja, casi pico, muy buena, pero no vuelvas a asustarme" Y de nuevo la pantalla se iluminó. "No estoy de broma (Tn)____, no uso bromas tan pesadas. Sólo has sido un juguete. Te ha usado."

Sólo leerlo, lancé mi móvil con tan fuerza en el suelo, que pude jurar que lo había roto. No me lo podía creer. ¿Kendall había jugado conmigo? ¿Había sido su juguete todo este tiempo? Todo cobraba sentido. Mis ojos no pudieron resistir y comencé a llorar. En realidad, podía ser cierto. Eso explicaría el por qué se puso tan nervioso al hablarle sobre la apuesta y no me quiso contar, también explicaría aquella vez que habló con Logan en privado y no quiso que yo estuviera enfrente... Sólo quería ganar la apuesta. Debí haberme vuelto con mi madre y mi hermana a Londres. Me arrepiento de haber venido a Minnesota... Me sentía como una estúpida. Una estúpida por haber creído que todas sus caricias, sus besos y sus abrazos pudieran haber sido verdaderos... por haber tenido un poco de amor. Pero no había. Era todo una farsa. Una mentira. 

Juntos hasta el fin (Kendall Schmidt, Logan Henderson & tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora