Llego aquel dia que tanto odiaba. Ese dia en el que todos subian esas típicas fotos a instagram, enseñando cuanto habian disfrutado el verano, que bien se lo habian pasado, al contario obviamente de mi. Este verano no habia echo gran cosa, como siempre, al acabar el 21 de junio, papa mama y yo cojiamos el coche rumbo hacia Madrid, donde pasabamos la mitad del verano en aquel chalet que tenia mi tia.
Despues volviamos a Vitoria, donde solia hacer principalmente dos cosas, una era quedarme en casa disfrutando del aire acondicionado y las palomitas, disfrutando de cualquier pelicula, o dar gracias a dios porque mi amiga Marta no se iba a las Palmas como casi todos los veranos. En ese caso soliamos ir a la piscina.
Aquel dia, ese odiado 7 de Septiembre era un dia sobrio, no tenia nada en especial, pero por alguna razon extraña aquel dia era odiado por mi subconsciente. Todo parecia negro, y a esas alturas, sobre las diez de la mañana, cuando estabamos todos sentados en las mesas, esperando al nuevo tutor, yo ya me queria marchar, irme a casa, meterme en la cama y no despertar.
No era el tipico chico que estaba marginado, o que era muy popular. Yo me consideraba del monton. Siempre intentaba pasar desapercibido, si hacer caso a las cientas de miradas que recibía al dia a causa de mi forma de vestir. Si, yo queria pasar desapercibido, pero lo unico que me hacia sentir yo mismo era mi ropa, aunque ya estaba acostumbrado a las risas tontas de toda la gente que me miraba en el instituto.
Apenas eran las 10, cuando llego el momento de entrar a clase. Mi instituto no era cosa de otro mundo.
Tenia una entrada principal y dos secundarias, por las cuales soliamos entrar casi todos. La principal solo la usaban los de bachiller, pero como yo estaba en tercero de la eso me tocaba callar, no rechistar y entrar por las secundarias. Cuando entrabas, se podia ver el amplio campo de futbol recien renovado a hierba. Despues de tantos años el colegio por fin habia remodelado el campo.
Si torcias a la izquierda, se podian ver dos campos de baloncesto y las fuentes, en las que siempre sedientos iba la gente despues de los costosos entrenamientos o las clases de gimnasia con el profesor.
Cuando subias las escaleras para llegar a mi clase antigua, tenias que ir al ultimo piso, pero este año me tocaba un piso menos (menos mal que algo bueno tiene)
Yo ya estaba subiendo, cuando alguien me agarro por detras. Se me paro la respiracion, y asustado, mi primera reaccion fue dar una patada ciega a quien quisiera que estuviera detras de mi. Para mi sorpresa, era Marta. Marta era una chica normal, vestia bien, era bastante guapa, no muy alta, pero muy maja. Sacaba muy buenas notas, cosa que admiro desde siempre. Me encantaría tener la mente que tiene Marta, pensar como ella.
Empezamos ha hablar de lo que habiamos echo el verano, ya que este año no habiamos coincidido. Este año tocaba aire acondicionado y peliculas de Leonardo Di Caprio. Me conto que habia estado en un camping con sus padres, y que alli habia conocido a un chico.
-Lucas, era monisimo, no se como no pude enamorarme de el desde el primer dia que le vi- me decia-
-Ya sabes que yo no creo en el amor a primera vista- le dije-
La verdad esque yo nunca me habia enamorado de nadie, es mas, todavía no me habia enrollado con nadie ni cosas de ese estilo, pero Marta siempre habia sido muy lanzada. Me siguio contado todos los detalles de su romance, cuando de repente la nueva profesora nos llamo. Teniamos que entrar en clase.
Cuando entre en clase, me sente con Marta. Apenas quedaba sitio, y nos tuvimos que sentar justo delante del profesor. Vaya suerte la nuestra. Cuando entre eche un vistazo a mi alrededor. Lo que me alzanzo la vista fue para ver a Alberto y Fernando sentados juntos al fondo a la izquierda. Eran los tipicos groseros que se veian con el derecho de meterse con todo el mundo. A nadie le caian bien, pero debido al respeto que le tienen, nadie nunca se lo dijo.
También pude ver una fila mas adelante a Margaret sentada con Alejandro. Ellos llevaban saliendo 2 años, desde que Alejandro llego nuevo al empezar la eso. Margaret me conto que empezaron a salir dos meses despues de la llegada de Alejandro. Me caian muy bien, eran humildes y se les veia muy felices.
Lo ultimo que me dio tiempo a ver fueron a los 4 chicos que desde pequeños llevabamos juntos en clase, pero habiamos perdido mucha relaccion. Eran Pablo, Carlos, Aitor y Jon. Los cuatro tenian un grupito llamado "Las peras" nunca super porque se llamaban asi, aunque nunca me preocupe de preguntarles. No me llevaba con ellos.
Como el típico dia de presentación del curso, la profesora nos dio el calendario con los horarios, cosa que no me gustaba, porque todos los años nos ponian historia a primera hora, los lunes y viernes, y era lo que viene siendo un coñazo.
La profesora siguió hablando y contandonos como iba a ser el curso. Tambien nos dijo que se llamaba Blanca, y que nos iba a dar matemáticas y fisica. Espero que sea buena profesora porque mis notas en fisica no es que sean sublimes. Blanca era una chica que tendría unos 35 años, alta, esbelta, era maja, parecia de caracter duro, aunque ya la iria conociendo mas a lo largo del curso, mi primera impresion fue de alguien majo.
Porfin, acabo de explicar todo, y sono el timbre que llevaba esperando 1 horas.
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Diario De Mi Yo Solitario
Teen FictionEspero que os guste la historia, de un chico corriente plasmando sus pensamientos en papel