La prueba De Las Palabras (Pausado)

Fragmento Del Recuerdo XI

Fragmento Del Recuerdo XI
"Segunda Llamada De Amor"

La discusión de Gaara interno continuaba mientras que Kankurō y Temari corrían para poner a salvo a Gaara y continuar con la misión.

—Por favor, Gaa... Ya no puedo con esto —Gaara estaba llorando tratando de hacer razonar a su otro yo. «Gaa» caminaba dentro de ese lugar en círculos, tenía su dedo entre sus dientes, estaba muy pensativo.

Paro un momento su caminar y dirigió una mirada a Gaara, quién tenía sus manos entrelazadas frente a su pecho.

—¿Que es los que quieres, Gaara? ¿Morir? ¿Es eso? —Gaara negó, Gaa cada vez se sentía más enojado con el pequeño, vio su mejilla derecha levemente sonrojada y con un color morado. Se sentía mal por a verlo golpeado.

—Sólo quiero.... Yo... Quiero... —Estaba al borde del llanto —Ya no quiero sangre.

—¿¡Que es lo que quieres!? ¡¡Dímelo!!

—¡¡A mamá!! — Gaara corrió sin lugar específico, cayó de rodillas en ese lago negro, Gaa sintió pena por el chico quién lloraba sin control. A pesar de que Gaara no conocía a su madre, que le habían dicho que no lo quería, aun así, Gaara la quería a su lado.

Por un momento la imagen de Gaa se distorsionó, mostrando en cambio la imagen de una bestia con cola. Escuchaba ruido, discusiones, la batalla continúa. Y antes de que Gaa se fuera de nuevo al campo de batalla, escucho el leve susurro que le llegó en el alma.

"Ojalá yo estuviera muerto"

[……]

Uzumaki Naruto se encontraba cara a cara con Gaara. Ambos en el suelo.

—¡No segara mí existencia! ¡¡no pasará!!

—Pero yo ya no quiero existir... Gaa, dejalo. —Le dijo Gaara sentado frente a él.

—Me rehusó.

Por supuesto que Naruto entendía lo que quería decir Gaara, entendía el sentimiento de soledad, tantos comentarios, todos hirientes, llorando en silencio y en la oscuridad, con miles de personas dándoles la espalda, es doloroso, demasiado, tan doloroso que deseas la muerte, pero se es tan cobarde que simplemente no se puede morir.

Naruto avanzaba arrastrándose, estaba decidido, cada palabra de Gaara llegaba a su cabeza, esos ojos, ese temor, lo sentía, sentía a Gaara tan cerca y a la vez tan lejos, ahora entendía algo simplemente importante, le gustaba Sakura, o ese creía, hasta que volvió a ver a Gaara. Ese chico era tan impresionante, cada día viviendo en un infierno congelado, sin poder desahogarse. Gaara cerro sus ojos tratando inútilmente de aliviar su dolor corporal

—¡No! ¡No te acerques!

—Dejalo, Gaa. Yo... Ya no quiero que me protejas. Gracias.