Era de mañana, aquella esfera anaranjada que se asomaba por el cielo, traía consigo calor para todas las personas que se encontraban debajo de ella.
Danielle, una muchacha de diez y ocho años, caminaba debajo de aquella esfera denominada "sol". La chica se encontraba caminando tranquilamente en la cerca de la calle, ¿su misión?; llegar a tiempo a la escuela. La entrada de la antes mencionada era a las ocho de la mañana, y eran exactamente las siete cuarenta y nueve.
Sus pasos rápidos; casi de trote, definían lo apurada que estaba, su cabello se encontraba ya despeinado por el aire, su ropa de uniforme; el cual consistía en un pantalón de mezclilla, una playera polo azul marino con detonalidades doradas, y unos tenis (en este caso blancos), ya se encontraba un poco arrugado, y sus tenis ya un poco sucios por saltar sin querer en los charcos, sus facciones faciales definían la preocupación. Era una de las muchas veces que llegaba tarde, y ya el director le había advertido que este era el ultimo día para llegar temprano, y/o a la hora exacta, pero al parecer ese iba a ser su ultimo día de escuela, o el día en no volver a pisar un pie dentro de la institución, puesto que no lograría llegar temprano.
En estos momentos, ya había logrado llegar a la estación del metro, la cual, por muy raro que fuera se encontraba vacía.
- Señorita. -La llamo, la voz de una niña que su edad no pasaba de los ocho años sonaba en sus oídos de nuevo, logrando sacarla de sus profundos pensamientos.
- ¿Si?. -Pregunto reaccionando a lo que estaba pasando, aunque no captaba todavía que aquella niña quería entablar una conversación con ella.
- Michael la busca. -Dijo dulce e inocentemente la niña. El rostro de la muchacha cambio de preocupación a miedo, dejo de ver su celular; el cual había tomado antes de que la niña le hablara, para poder dirigir su mirada hacia donde la pequeña estaba.
- ¿Como?. -Pregunto atonicamente. ¿Como podría saber esa pequeña de Michael?. Muchas preguntas y conspiraciones pasaron por su cabeza, las cuales no podrán ser respondidas.
- Michael te esta buscando. -El comentario repetitivo de la niña la dejaba mas horrorizada. ¿Quien era esa niña? Se preguntaba Danielle a si misma. Sus ojos se cristalizaron; ya que no podía creer lo que la niña le decía. Al parecer la niña lo había notado.- No tengas miedo, el esta por aquí. Sígueme. -Respondió la pequeña. Danielle aun sin saber la procedencia de aquella niña, decidió seguirla. Sin saber el peligro en el que se estaba metiendo.
Luego, de unos cuantos pasos, la mujer se encuentra en un lugar repleto de una terrible obscuridad, la cual apenas dejaba ver algo.
- ¿Donde estamos?. -Pregunto Danielle un poco extrañada, la niña solamente la vio con una sonrisa que demostraba felicidad, la cual fue respondida con una cara llena de confusión por parte de Danielle.
- Ya estamos cerca, solo deja que nos ilumine la luz. -Respondió la pequeña, su voz se escuchaba alegre, al igual que su cara y todo lo que puede demostrar felicidad.
- ¿La luz?. -Cuestiono Danielle aun mas confusa, la niña solamente volteo hacia el frente.
- ¡Allí esta!. -Dijo la niña con mucha alegría, Danielle volteo hacia la dirección donde aquella nena estaba viendo, cuando volteo, vio una gran luz cegadora que se dirija hacia ellas.
Sus manos las poso sobre su cara para así "escudarse" de tan cegadora luz, al mismo tiempo que quería descifrar que era, pero lo logro éxito alguno. Una voz algo conocida y desconocida para ella le incitaba a seguir caminando hacia la luz, a lo cual ello lo hiso sin darse cuenta; ella tenia curiosidad de saber que era esa luz. Lo que si pudo notar es que la pequeña ya no estaba a un lado de ella.
Todo su interior estaba lleno de paz, armonía y un poco de melancolía. Esa voz la pudo reconocer mejor, era la dulce y hermosa voz de Michael, su antiguo ex prometido. Aquel que semanas antes de la boda había muerto muy agresivamente. Todo había transcurrido tan rápido en aquellos tiempos. Todo era tan hermoso que parecía mentira, la vida de ellos había sito tan maravillosa, hasta que un grupo de delincuentes entro en la empresa donde trabajaba Michael, buscaban a un hombre llamado Logan; el mejor amigo de Michael. Pero Michael se había interpuesto en el camino de aquellos vándalos, logrando que se hicieran alrededor de quince perforaciones de balas por su cuerpo. Danielle lloro tanto luego de haber perdido a su prometido en aquel brutal incidente, tanto que pensó en suicidarse. Lo haría, mas se lo impedía su religión.
Era tan fuerte el amor que ella sentía hacia su iglesia, hacia su "Dios", el amor que ella misma se tenia, como el amor que creía que su Dios tenia hacia ella, por lo tanto decidió refugiarse en la biblia, en no cometer ningún pecado y dejarse consolar por aquel Dios suyo. Cosa que le había brindado muchas fuerzas, pero ahora, después de dos años y medio de haber perdido a su prometido, ella podía decir muy alegremente que amaba a Dios y que gracias a el, ella estaba viva.
Varios pitidos, junto con muchos gritos, la sacaron de sus pensamientos, dándose cuenta así que se encontraba en una carretera a las afueras de la estación donde siempre tomaba el metro, y que aquella luz segadora, solo eran faros de un camión que no le servían los frenos, lo cual hiso que no pudiera detenerse para cuando Danielle ya estaba tratando de apartarse de su camino...
Fecha de publicación: 22-Enero-2017
Posible capitulo extra.
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Danielle. | Completa ✔
Mystery / Thriller♕Primer Lugar en Misterio/Suspenso en los Dreams And Letters Awards 2017 ♕Mejor Historia en los Dreams And Letters Awards 2017 Danielle no sabia lo que sucedería esa mañana cuando se dirigiera a la escuela, todo aparentaba estar normal, un día como...