Ojos café claro repletos de miel en su contorno, que sin querer me cautivaron y sin arrepentimiento lo digo, sí... Me has cautivado, el braile que habita en tu piel es lo que mas deseo leer en este momento, cada sonrisa, cada locura, hasta extraño observar tus lagrimas de felicidad mientras hablabamos, extraño la comodidad que sentía al hablar de cualquier tema, pero has decidido irte y no me opondré a tu decisión, le he agarrado el gusto a la espera aunque muero por verte llegar.