eins.

479 81 25
                                    

El día había estado calmado. Era un día bastante nublado, como si el clima pudiese predecir el ánimo de las personas. Todos en aquel lugar yacían agotados y aburridos de su rutina. Los híbridos permanecían en la enorme sala donde podía acudir cualquier persona a adoptarlos, aunque durante esa jornada todo estuviese en calma.

La cosa estaba así: la sociedad se dividía en dos, los híbridos y los humanos comunes y corrientes. Los primeros, al ser resultados de laboratorios, se quedaban en refugios hasta cumplir la mayoría de edad. O bien, hasta que algún humano te escogiera y te llevara consigo.

La mayoría de las personas solían conquistar a los híbridos que les llamaran la atención, para después llevárselos a su casas y vivir juntos.

Michael, estaba a un par de semanas de cumplir la mayoría de edad. Era el híbrido mayor de todos de los que se encontraban en su refugio. La historia era la misma, cada vez que alguien fuese a intentar conquistarlo, él los rechazaba hasta pisotear sus sentimientos por completo.

No se dejaría engañar por un completo desconocido y unas bonitas palabras. Además, a él no le interesaba en lo absoluto tener una pareja. Quería salir de ahí, siendo mayor de edad y vivir solo, no buscaba depender de alguien para lograr sus metas en la vida.

Las orejas de los híbridos se levantaron cuando se escuchó que alguien abría la puerta y entraba al refugio. Sólo significaba una cosa, alguien buscaba un híbrido.

Michael ignoró por completo el sonido y los pasos que daba aquella persona, no le interesaba verlo, tenía una vida por delante.

Sin embargo, cuando notó que aquella presencia desconocida se sentó al lado suyo, no pudo ignorar el hecho de que tenía un bonito aroma. Su olfato detectó un fuerte olor a cítricos, su favorito.

—Hola —habló aquel desconocido. Michael no se molestó en levantar la mirada, ya sabía perfectamente cómo tratar a los de la otra especie.

—Hey —volvió a saludar—. ¿Me puedes escuchar?

Michael gruñó. Todos los híbridos que él conocía no podían gruñir, sólo emitían suaves y lindos ronroneos. Él no era ni suave ni lindo.

No se sorprendió cuando la persona dio un pequeño brinco de asombro.

—Tranquilo, tranquilo —susurró el desconocido—. Perdón si hice algo que te incomodara.

Michael decidió levantar la vista, sorprendiéndose al ver a un chico unos cuantos años más grande que él, con un cabello rubio que caía por su frente y unos ojos azules que resplandecían como joyas en medio de ese refugio.

—Te ves algo... —el rubio hizo una pausa—. Mayor a comparación de los demás híbridos.

—¿Me acabas de decir que soy viejo cuando tú eres mayor que yo?

La cara del ojiazul cambió a una de pánico.

—¡No, no! No quise decir nada de eso.

Michael entornó sus ojos grisáceos. Realmente ese chico era un idiota, quizá demasiado. Pero le entusiasmaba la idea de hablarle, haciéndole creer que de verdad lo estaba conquistando, para después herir sus sentimientos.

—¿Cuál es tu nombre? —cuestionó ansioso el rubio.

—Soy Daniel —mintió Michael. Si el rubio deseaba buscarlo mañana, se toparía con la enorme sorpresa de que no hay ningún Daniel en el refugio.

—Lindo nombre —contestó el otro—. Yo soy Luke.

Michael notó la manera en la que Luke lo miraba. Tenían apenas unos cinco minutos de conocerse y Luke lucía como si acabara de conocer al amor de su vida, con la mano en su mentón observando cada movimiento que él hacía.

«Pobre, no sabe lo que le espera», pensó Michael.

—¿Qué lees? —preguntó Luke.

—Un libro —respondió simple Michael. Sintió el ceño fruncido del rubio en su dirección, pero no le importó.

—Oh, bueno —dijo, ignorando la actitud del híbrido. Estaba demasiado embobado con él como para notar que al teñido no le interesaba en lo más mínimo su conversación—. ¿Mañana puedo, ya sabes, venir a visitarte?

Michael sonrió, sabiendo que Luke preguntaría por él bajo un nombre falso —Claro.

algo corto pero bueno ah

dedicado a -jerkluke porque esta es su idea

amo a michael mamón, perdón

con base a como vaya avanzando la historia, los capítulos serán más largos ok

—alina.

Palabras: 696.

Breaking schemes. [muke]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora