¿Por qué será que nos dejamos influenciar por nuestros sentimientos? Siempre me he preguntado las razones de las acciones, ya que ambas van de las manos como dos personas enamoradas. Aquí estoy yo, de camino a su casa, con un remolino de sentimiento que se lo lleva el humo de mis pulmones, y ella solo maneja, de sus labios no sale mínima palabra, de sus ojos no sale brillo alguno, me recuerda el día que le pregunte como estaba y solo me sonrió. La noche callo como la utopía de mis sueños hacia ella, algo que solo existe en mi mente.
¿Qué quieres cenar? –me pregunta sacándome de los rincones más lejanos de mi mente
Sorpréndeme –digo dejando mi cabello rojo caer por la mitad de mi cara
Entonces... Nos bajaremos en todo local de comida rápida que nos encontremos de camino, asi comeras de todo un poco –Dice sin quitar la vista del semáforo
Al principio pensé que era broma, hasta que primero nos paramos en donde venden sushi, la espere en el carro, ya no se cuantos cigarros iban, pero iba a ser una noche larga y necesitaba mas. Al regresar venia con dos bolas con varios paquetes de sushi, se notaba que había costado bastante, ya que los paquetes tenían diferentes colores, y estaban separados. La segunda parada fue mcdonals, en donde me pregunto si me gustaba la carne a lo que le respondí que prefería pollo, la volvi a esperar en el carro, y cuando regreso, venia con una bolsa llena de papas, dos embases grandes en donde supongo estaban las hamburguesas, y otra bolsa con una caja grande. En la tercera parada estaba un local de donas, no pensé que se bajaría, pero cuando se estaciono solo pude sonreír, a pesar de todas las cosas que tenía en mente, la encontraba adorable. Esta vez no me pregunto nada, y regreso con una caja inmensa, que si les soy sincera, tanto olor a comida en el carro, me abrió el apetito ferozmente. La cuarta parada fue una farmacia, esa si me dejo sin entender nada, pero regreso con una caja pequeña en mano, y cuando le lei me di cuenta de que era para bajar la comida, esta mujer pensaba en todo y me dejaba impresionada. Cuando vamos llegando a su casa, sin mas paradas, ya que la detuve para que no siguiera comprándome comida, me miro.
¿Te quedan cigarros? –Dice con la voz muy calmada
El de la suerte –Digo sin poder sostenerle la mirada
Solo esas palabras cruzamos hasta que una esquina antes de llegar a su inmensa casa se para en un quiosco y le dice a un viejito que le de cinco cajas de beltmon swicth. En ese momento me di cuenta de algo que quizás ya sabia, Megara tiene plata y para tirar al cielo.
Al fin llegamos a su casa, me dio las llaves para abrir la puesta lo cual hice, cuando intente ayudarla me sonrio y movio su cabeza pronunciando de una forma suave las siguientes palabras "Espérame en la cocina" Sonó muy sensual, si las palabras se pudieran guardar, yo atesoraría aquellas.
Nunca he sido tan obediente, ni con mis padres, pero no tenía fuerzas de llevarle la contraria, asi que me sente a admirar esa cocina tan grande y hermosa, la anterior vez que estuve aquí no le aprecie tanto como ahora, es de granito blanco, los gabinetes son blancos, las sillas son negras... por lo que veo a Megara le encanta el blanco y el negro, y sinceramente quedaba demasiado bien esa combinación. Cuando termino de meter todo, la mesa estaba full de comida y yo estaba era impresionada de que ella se dejara llevar por su impulso de... no se dé que.
Deberías llamar a tu mama, y decirle que vas a cenar con... con una ¿amiga? –dice mientras se amarra una cola alta y se sienta frente a mí, con una separación de la mesa
Tienes razón, son las nueve y aun no le he llamado –digo sorprendiéndome por la hora que es
Me levanto de la mesa y tomo mi celular, le repico dos veces y a la tercera me atiende.
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El cielo de tus ojos. (Lesbico)
Roman d'amourSi lo que dicen es cierto, y uno solo se enamora una vez en la vida, no me había enamorado hasta conocerla a ella. Y es que, no solo tenia una sonrisa espectacular sino que cualquiera se ahogaba con solo intentar nadar en sus ojos azules. Me llamo...