No sabía exactamente cuando había comenzado mi amistad con el vecino del #123, tal vez cuando el chico sin ojos se había quedado sin azúcar y tocó a mi puerta pidiendo tan solo la mitad para su café, trató de ser breve y sus manos sudaban, no sé sí era por pedir algo o por el hecho de que me encontraba cubierto solo con la toalla de medio baño color verde, el cabello escurriendo, una toalla más pequeña en mi cuello y mi torso perlado por el agua que aún me faltaba secar, pero vamos no es como sí yo supiera que el vecino se había dado cuenta de su falta de endulzante justo cuando yo me estaba bañando... ¿o si?
Sonreí con una embarradita de burla mientras buscaba una caja de endulzante artificial procurando que aquella felpa no cayera de mi cadera y provocar un sonrojo más visible en sus mejillas.
Agradecido giró sobre sus talones dedicándome una sonrisa para correr a su departamento...
Sin duda una excelente primera impresión, una que con el paso del tiempo quise hacer más frecuente, café, azúcar, sal, ramen instantáneo, kimchi, un poco de rábano picante, pizza, una salida al cine, al teatro, una película, escuchar música, una tarde de compras, llenar nuestras respectivas alacenas y neveras, coincidencias en el cereal, el gusto por la carne, comer tripas de cerdo y soju... De la noche a la mañana y casi dos semanas después conocía todo de SungKyu y el conocía al verdadero DongWoo, sabía mis secretos y yo sabía los de él.
Amigos es la palabra correcta para describir nuestra relación inicial, sin embargo con el paso del tiempo (bueno solo algunos días más) nos convertimos en Mejores Amigos... (Aunque mi inconsciente dictara otra cosa).
Pero sabía de su relación con Nam WooHyun y el sabía de la mía con mi compañero de escuela Lee HoWon... Una relación forzada, a base de ideales y complacencias "se ven bien juntos" "son la pareja perfecta" "Ambos bailan y rapean... ¿Por qué no lo intentan?" Entre otras frases de mis amigos y de mi hermano menor quien había encontrado el amor en el bachillerato con su compañero apático y raro, vaya que SungJong tenía mucha suerte.
SungKyu no estaba alejado de una historia forzada, sus padres eran grandes amigos de los padres de WooHyun, así que hasta en un punto de su historia yo llegué a considerar ilógico el hecho de que no se gustaran al descubrirse en un beso inocente detrás de la puerta de la habitación de Nam, que a pesar de ser menor había dominado a esa pequeña bestia.Pero nada era miel sobre hojuelas y mucho menos en la de SungKyu, casi cada tercer día tocaba la puerta a altas horas de la noche por una cita cancelada o simplemente porque WooHyun no tenía tiempo para su novio...ocultando algunas lágrimas mientras el living solo era alumbrado por la escasa luz que emanaba el televisor mientras su boca se atascaba de palomitas de microondas y un bote de helado, casi como mi hermana SooBin cuando SungYeol la engañó.
-Creo que WooHyun me engaña.
Se atrevió a decir en alguna ocasión controlando su rabia mientras sus ojos permanecían fijos en su portátil, tecleando sin parar en su SNS.
No pude contestar, no sabía que decir, soy muy malo para dar consejos sobre todo si mi relación no estaba bien, las discusiones con Hoya eran tan constantes que prefería no verlo por días para así mantener la paz mundial al menos con mis demonios internos y los de él.
Discutíamos hasta por el hecho de que la mosca pasara a mi lado y a él no le hiciera caso, cosas tontas como esas eran las protagonistas.
Entonces ¿cómo podría ayudar a mi amigo? Si mi vida amorosa estaba más jodida que la de él.En varias ocasiones lo pensé y la mejor manera era escucharlo, estar siempre de su lado y darle la razón. Al menos conmigo si era alguien importante.
Sí, siempre consideré eso como punto clave en una amistad, afortunadamente era recíproco...-¿Es usted Jang DongWoo?
-Sí...- conteste a la voz desconocida proveniente del teléfono de mi amigo hace algunos días.
-El bar Inchang cerrará en veinte minutos... ¿Podría venir por su... Amigo?
Quince minutos después tenía a SungKyu en mi espalda caminando por las calles de Seúl hasta llegar al edificio donde vivimos. Dudé en llevarlo a casa pero debido a su estado era imposible que dijera algo coherente además de balbucear sin sentido SungKyu parecía haber perdido las llaves de su casa.
Como pude abrí mi apartamento y colgué las llaves cerrando con un puntapié la puerta, pensé en el sillón pero sería incómodo así que mejor lo lleve a mi cama, no era tan esponjosa pero al menos podría descansar un poco, ya hablaría con él al despertar.
Deslice su cuerpo lentamente hasta que sentí que había caído completamente en la cama hundiéndose en ella, aparté sus manos de mi cuello tratando de cubrir su cuerpo con las sábanas, parecía ser una madre arropando a su pequeño para dormir después de leer un cuento para el mismo propósito, sus zapatos y calcetines pasaron a ser decoración del piso y su chaqueta había quedado en el sillón.
No sabía si usaba alguna pijama pero la idea fugaz de dejarlo en ropa interior pasó por mi mente con la misma velocidad en la que llegó negando con la cabeza y desechando la idea... Le cubrí el cuerpo acariciando su mejilla antes de salir de ahí.
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"Para eso estámos los amigos" [DongGyu]
Fanfictionporque si... xD La amistad requiere de una entrega total... Estar para cuando más te necesiten. De esa manera pensaba DongWoo, su mejor amigo en el mundo estaba triste casi todo el tiempo el solo debía cumplir con su función de mejor amigo y vecino...