Capítulo 6. 3 contra 1.

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Inmediatamente me levanté, mientras hacía caso omiso de mi pesadilla, saqué mi estaca.

Con mi vista periférica alcancé a observar que una mano se dirigía silenciosamente hacia mi cuello, salí rápidamente y tome la mano de Roxelle, una instructora, enseguida otras manos me sujetarón de la cintura, rápidamente me impulsé para patear a Roxelle en un costado y lograr tirarla al suelo, ahora con mis manos totalmente libres, golpeé en la cara al "strigoi", me soltó y aproveché para tirarlo al suelo y clavarle la estaca, el strigoi era Elliot, él era muy fuerte y alto, en cuanto lo estaqué, me dirigí nuevamente contra Roxelle, ella aún estaba en el suelo. Me arrodillé para estacarla y cuando estaba a punto de hacerlo, un "strigoi" me cayó encima, caí al suelo, rápidamente sujetó mis pies, Roxelle aprovechó para sujetar mis manos, no podía zafarme. Usando todas mis fuerzas rodé hacia los costados, logrando liberar mis pies, pateé con un golpe firme en el abdomen a Zafrine, otra "strigoi", ahora con un strigoi fuera de mi camino, volví a rodar nuevamente, esta vez dando un giro completo, Roxelle cayó a un lado, liberé mis manos, y aproveché para estacar a Roxelle. Me levanté para ir ahora a por Zafrine, pero no la veía por ningún lado, miré hacia el roble y allí estaba, fui lo suficientemente veloz para arrojar mi estaca con una perfecta puntería hacia su corazón antes de que ella me cayera encima.

--¿Estais bien princesa? --me preguntó Zafrine mientras se incorporaba, ya que la mayor parte del porrazo lo había recibido yo.

--Estoy perfectamente bien --dije mientras me quitaba despreocupadamente las hojas de roble de mi revuelto cabello.

--¡Wooow!, un trio de strigois derrotados, por tan solo una guardiana --dijo Roxelle mientras soltaba una risita.

--Felicidades, serás una gran guardiana, creo que te convertirás en leyenda aqui en el instituto --dijo Elliot mientras salía de las sombras.

--Muchas gracias, pero creo que tengo que irme a vencer a más strigoi.

--Me parece lo justo --dijerón Zafrine y Elliot al unísono.

Dejé el gran roble para dirigirme al comedor, aún el instituto estaba a oscuras y no había nadie, por lo que me dirigí hacia la despensa y tomé una barrita de cereales, me senté tranquilamente arriba de una mesa y comencé a devorar mi barra de cereales.

--Dicen que son deliciosas.

Me pusé en pie rápidamente, sentí un poco de tristeza por dejar mi barrita de cereales a medio comer en la mesa.

--Si que lo son, deberías probarlas algún día, camarada --le dije a Josua--. Ahora se supone que debo vencerte ¿no? --le pregunté mientras levantaba una ceja.

--Mmm, sip, pero si quieres yo te venceré.

--Es una oferta excitante, pero lamento decirte que no la acepto --le dije mientras corría hacia él, al tiempo que me subía a la mesa y daba un giro con una patada hacia su cara, y como era de esperarse exitosamente ¡FALLE!, me tomó del pie y me arrojó hacia otra mesa, resbalé y caía de espaldas contra el piso, traté de ponerme de pie pero llegó lo bastante rápido para cargarme y arrojarme nuevamente al piso, esta vez rodé un poco más lejos, de pronto una idea llegó a mi mente.

Él era más fuerte que yo, pero yo era mucho más veloz que él, me puse de pie como pude y le dije:

--¡Oye tío!, ¡atrápame si puedes!.

"Ahora es cuando corres Jade".

Me dije mentalmente y acto seguido, corrí por el pasillo directo al gimnasio, ¿mi objetivo?, las cuerdas de altura de 15 metros.

Cuando llegué al gym, empecé a trepar por la cuerda, a los pocos segundos, llegó Josua y también comenzó a trepar, cuando había llegado a los 15 metros, me arrojé a otra cuerda continua y me abalancé sobre él, le propiné un puñetazo en un costado, él tomó mi cuerda y me dio un puñetazo que logré esquivar. Me sujeté bien con una mano, y con la que me quedaba libre, puse toda mi fuerza, a la vez que lo golpeaba en el abdomen, después rápidamente me sujeté bien con ambas manos y lo golpeé fuertemente con mis pies, finalmente logré balancearme hasta su cuerda, y sujetarle con mis pies mientras lo estacaba, cuando retiré mis pies, se soltó de la cuerda y cayó al suelo acolchonado, me deslicé rápidamente hasta llegar a su lado.

--¿Estas bien?.

Le pregunté.

--Si, estoy bien... así que ese era tu plan, genial, debo decir que eres experta en combate de cuerda.

--Gracias Jos.

--¡Aún no puedo creer que me hayas ganado!... ¿Una pequeña dhampir de 17 años, contra un entrenado líder dhampir de 38 años?... no es lógico, es aterrador...¿acaso eres la mujer maravilla? --me preguntó con risas.

--Mmm, pues no seré la mujer maravilla... pero si soy la hija del rey Nikolav --dije sintiéndome orgullosa de mi padre.

--Creo que eso será todo por hoy --dijo Josua mientras se incorporaba.

--¿Que? --pregunté confusa.

--Ahora mismo avisaré a todos que han finalizado las pruebas de defensa.

--¿Por qué?... ¿tan mal te supo tu fracaso?.

Volví a preguntar, mientras me cruzaba de brazos.

Josua rió, por mi segunda pregunta.

--No, no es eso, simplemente pienso que tal vez, quieras tener ropa normal cuando estés en la escuela protegiendo a tu asignación.

--No me molestaría llevar este uniforme de color amarillo chillón... pero como tú dices: "tenemos que camuflarnos entre los humanos" --dije mientras recordaba su tan famosa frase--, así que no me queda de otra.

--¡Exacto!... ahora si me disculpas debo dar la notificación a los demás.

--¡Ni que fueras móvil!.

--Algo así.

Nos reimos, mientras él se alejaba para dirigirse a su oficina

Princesa Dhampir. Razas De Sangre. Libro 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora