Polos Opuestos (Continuación 18)

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Niall: Para eso estamos cuñada.- le guiñé un ojo, les di un beso en la mejilla a cada una y me fui.

* NARRA ANABEL *

No me arrepentía de nada de lo que había hecho, de ninguno de los cortes que me había hecho. ¿A quien intento engañar?, claro que me arrepiento, y mucho. Me arrepentí nada más que vi las caras de los chicos, cuando vi a Javier entrando por la ventana, nada más que mi hermana me pegó, nada más que me puse a cortarme. Lo ocurrido me había servido para darme cuenta de muchas cosas. Una de ellas era que Harry llevaba razón. Había vuelto a caer en los cortes y lo que era peor, en la anorexia. No se lo había dicho a nadie pero ya llevaba unos días vomitando todo lo que comía y viéndome gorda en todo momento aunque está claro que seguiré sin decírselo a nadie por ahora. No quería que me volvieran a encerrar en un hospital o en una clínica, no quería que nadie estuviera encima mía las 24 horas del día viendo si comía o no. Quería privacidad.

Y si quieres privacidad, ¿por qué lo has vuelto a hacer?.

Porque todos llevan razón, porque no sirvo para nada ni para nadie, porque soy un puto estorbo. Además, ¿qué hago yo dándole explicaciones a mi conciencia?. Se supone que deberías saberlo, ¿no?. Estás es mi cabeza.

Ya, pero me gusta hablar contigo.

Cuando Niall salió de mi habitación volví a vestirme con cuidado de no dañarme los cortes. Tenía pensado salir y buscar a Javi para tranquilizarlo. Lo conozco muy bien y se que esta noche, si no hablamos antes, no dormirá bien, mejor dicho, no dormirá. Me puse mis amadas vans y salí de mi habitación encontrándome a mi hermana y a Perrie con los ojos rojos y mirándome fijamente.

Perrie: ¿A dónde crees que vas?

Anabel: Se que os negaréis pero tengo que ir a ver a Javi y hablar con él.

Anais: De eso nada. Tú de aquí no saldrás en un tiempo.

Anabel: Lo siento.

Esquivé a mi hermana y a Perrie y empecé a correr escaleras abajo mientras mi hermana avisaba a los chicos para que me parasen. Cuando llegué abajo Zayn estaba con los brazos cruzados delante de la puerta por lo que no me quedó otra opción que salir saltando la valla del patio. Empecé a correr hacia el patio, atravesé la puerta de cristal que dividía la casa del exterior mientras mi hermano me perseguía y corrí hacia la valla. Una vez en ella salté como pude saliendo así a la calle. Se que cuando llegase a casa me la liarían pero me daba igual. Yo seguía corriendo, no sabía si mi hermano seguía corriendo detrás de mi pero no me arriesgaría a comprobarlo. Después de unos cinco minutos corriendo paré y empecé a andar como una persona normal. Miré hacia el frente y vi a Niall corriendo hacia mi. Supuse que mi hermano lo había llamado por lo que empecé de nuevo a correr. Niall gritaba “Anabel para” pero yo hacía caso omiso. A lo lejos divisé una silueta familiar. Era Javi. Aumenté mi velocidad para cogerle el paso y metiéndome entre personas para así perder a Niall de vista. Cuando estaba a dos pasos de Javi, miré de nuevo hacia atrás y vi que Niall ya no me seguía por lo que mi plan había salido bien.

Anabel: Javi.

Javier: ¿Qué haces aquí?.

Anabel: Tenemos que hablar.

Javier: ¿Tu hermano sabe que estás aquí?.

Anabel: No, pero...

Javier: De peros nada, llámalo ahora para decirle que estás conmigo.

Anabel: Javi joder deja de pensar en los demás y por una vez piensa en nosotros.- Javi me miraba con los ojos como platos.- Quería perderte perdón por la gran gilipollez que acabo de hacer. Se que soy la peor amiga del mundo y la más tonta. ¿Qué clase de amiga es la que en vez de montarte una fiesta de despedida intenta suicidarse?.

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