Parte única.

115 18 4
                                    

Antes de comenzar, aclaro que es una historia que tenía hace mucho tiempo guardada, la revisé por las dudas, pero seguro se me ha escapado algo. Por favor, espero comentarios sinceros, y díganme si se me han mezclado  los tiempos, siempre tengo problema con eso y me ayudaría muchísimo</3 Disfruten💖

IMPURO

Me encontraba solo, pidiendo desesperadamente a gritos -Aquellos que luego se volvían un ligero suspiro de desgano, frustración y monotonía- libertad, tenerlo en mis brazos de nuevo. ¿Cuántas veces me decía que sería fuerte, que me retractaría públicamente de aquél acto, admitiendo error tras error?
Pero terminaba arrepintiéndome de que tan solo aquello pasara por mi mente.

Arrepentirse y conseguir el perdón de Dios significaba olvidar para siempre.

Ojos vendados. Sometidos a una oscuridad infinita, sin retorno en conjunto a manos apresadas, lastimadas por aquellas cuerdas y cadenas que fracasaban para tareas diversas, pero para lastimar la pálida piel de mi muñeca, eran la herramienta perfecta, sin igual.

Aún mi mente no deja ir como todo comenzó, como la luz tras aquél interminable camino cedía, oscureciendo débilmente ante mis ojos, perdiéndose en la interminable oscuridad del infierno, junto con la apenada alma del  ángel Lee  HongBin, mi alma. 

El recuerdo de la forma en que lo vi por primera vez sigue fresco en mi mente, él había rezado en busca de ayuda, había suplicado a Dios, a sus ángeles. A mí.

Recuerdo el momento en cual observé como su pálida y suave piel -Cosa que comprobé con mi mismísimo tacto tiempo después- era desgarrada, penetrada por un sin fin impurezas, tampoco olvido el olor inigualable que su sangre poseía, metálico y completamente puro, apetecible para cualquiera.

En cuando llegué al lugar, había sido demasiado tarde como para impedir tragedia alguna, en aquél sucio y avaro callejón yacía un joven de rostro infantil en contraste de su cuerpo, el cual había sido degradado y utilizado para gozo ajeno, dejando una vista deplorable y completamente deshecha de lo que alguna vez, fue un humano sin perversidad.

Tendí mi mano en tu dirección y con vacilación la tomaste. En ningún momento solté palabra alguna, tan solo una mirada bastó para que cesara aquél llanto desgarrador y que de tus belfos salieran simples palabras que agotaran con tu escasa energía restante.

''Dime que estaré bien..''

Y sin más, terminaste por desvanecerte ante mi.

"—Te protegeré de las cosas que he visto y limpiaré tus heridas —''

Recuerdo haber dicho en el instante que pisé tu hogar - que de hogar no tenía nada, era una casucha común con un ornamento clásico gastado e incompleto, pero con un Steinway Tricentennial en un rincón de la habitación que delataba tu pasión.-

''—Puedo limpiar la impureza —''

Prometí, dejándome llevar por aquella débil sonrisa que surcó en tu rostro tras murmurar un
quedado agradecimiento por la atención, la cual no me correspondía brindar a mi, pero aún así lo hice.

Al poco tiempo, su cuerpo emanaba nuevamente palabras, frases, sentimientos; un lenguaje puro, como el binario.

Al pasar el tiempo, mi memoria sigue intacta, volviendo atrás para recordar que ya no lo poseía a mi lado,  para negar que mis alas han sido arrancadas sin piedad alguna frente a sus lastimeros ojos color café, aquellos que soltaban lágrimas como si de una cascada se tratase, reprimiendo un sollozo que amenazaba en ser un grito agudo de desesperación, de impotencia, de amor infinito.

En la naturaleza no hay tragedia, mas nosotros mismos las creamos.

Si tu nunca hubieras dicho nada, con tu inocencia infinita, todo estaría bien.

''—Gracias por corromperme, Han SangHyuk —''

Fue lo último que salió de mis labios en mucho tiempo dirigido a la única la persona en cual confié y amé ciegamente, siendo egoísta sin meditar las consecuencias que amarnos nos traería a ambos.
El sufrimiento que causó en aquél ser destinado a ser un ángel corrompido por las consecuencias de las acciones de la humanidad, que con la intención más pura, terminó amando al humano a quién socorrió, por el que prefería sufrir toda la eternidad a olvidar su bella sonrisa, la magnífica silueta de aquél cuerpo con el que encajaba a la perfección .

Se negaba a olvidar a la persona que le enseñó a amar.

IMPURO // HyukBin //Donde viven las historias. Descúbrelo ahora