Un día nuevo, misma rutina de siempre, quería cosas nuevas, conocer gente nueva (ja, si claro como si fueras tan conversadora con todos). Tiré las sabanas y me detuve en un punto fijo a pensar.
Hoy llegarían nuevos chicos al colegio según mis amigas, y en verdad ya tenía un ligero pensamiento que serían de esos típicos chicos que molestan a todo el mundo y son muy inmaduros, en fin me levanté y fui directo hacia el baño. Me miré al espejo y vi de nuevo mis ojeras, si, no había dormido bien anoche gracias a un ataque de pánico que tuve.
Estuve yendo a la psicóloga desde los 15 años y hasta ahora que tengo 17 sigo yendo, abrí el grifo y me lavé la cara y los dientes, salí del baño y fui a mi habitación para poder cambiarme. Tomé unos pantalones rotos y una sudadera bordó ya que estaba un poco fría la mañana, me cambié y me miré al espejo. No tenía intensiones de ponerme maquillaje ya que me daba igual si me veían o no, así que tomé mi cepillo y desenrede mi cabello largo. Tomé mi mochila y mi celular y bajé abajo a tomar mi desayuno.
Pensé que tendría que ir a despertarte Kemy.-decía mi madre mientras me servía un café y tostadas.- Al parecer no dormiste bien anoche, ¿pasó algo?.-Mi madre siempre estuvo ahí consolándome cuando no podía dormir a causa de mis ataques de pánico, se quedaba hasta tarde hablando conmigo para poder distraerme. Hasta que llegó un punto en el que tenía que empezar a ir a la psicóloga y al psiquiatra para poder medicarme como se debía.
No pude dormir, tuve un ataque de pánico, pero no fue tanto como antes mamá.-Estaba en lo cierto, antes ni lograba dormir pero ahora con suerte puedo dormir un par de horas y tranquilizarme.
Sabes que puedes venir y hablar conmigo por más que esté durmiendo? Toma.- decía mientras me daba la pastilla que me dió la psiquiatra.
Lo sé mamá.-decía sonriendo, agarre la pastilla y me la tomé con un sorbo de cafe, no quería preocuparla y menos despertarla a media noche sabiendo que ella tenía que ir a trabajar, no podía.
Iré a despertar a tus hermanos.-asentí mientras le daba el último sorbo a mi café, tengo 3 hermanos, y son todos hombres. Thomas el mayor tiene 20 nada más que el no vive con nosotros, ya tiene su propio departamento y su novia, Alex el del medio tiene 18 está yendo a la universidad de medicina y vive con nostras. Luego sigo yo, Kemy tengo 17 años y estoy apunto de graduarme este año. Nathan el tercero tiene 8 y es con el que más me llevo, soy de cuidarlo mucho además de que nos llevemos bien. Mi padre murió cuando tenía 8 años, desde entonces mi madre se ha encargado de salir adelante con ayuda de algunos familiares, además de nosotros.
Estoy cansado de ir al colegio mamá.-reí ante el gracioso gesto de mi hermanito que hacía berrinches por no querer ir.
Vamos Nath, luego puedes dormir la siesta cuando vengas, toma tu desayuno así los dejo a cada uno al colegio.-mi madre estaba apurada porque no quería llegar tarde a su trabajo y que lleguemos tarde nosotros.
Bien.-decía a regañadientes, estiré mi mano y le pellizqué una mejilla, amaba hacerlo enojar porque se veía súper tierno y gracioso.
Kemy! no hagas eso, sabes que no me gusta que me pellizques.-dijo mientras me pegaba en el hombro, mocoso.
*No, I don't wanna go too fast
Cuz nothing really lasts, yeah
I think I need some time
But I can't get you off my mind
No, no, no, no*
Tomé mi celular y vi los mensajes del grupo que teníamos mis amigos y yo. No soy muy social, pero tampoco antisocial. Sólo que me cuesta hablar con personas.
"Estoy saliendo"decían, eramos 6 contándome a mi. Bloquee el celular y lo guarde en el bolsillo de mi pantalón, estaba lista para salir.
Vamos niños.-decía mi madre mientras tomaba su bolso y las llaves, agarré mis llaves y salimos junto con nath hacía el auto.
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DRUGS.-Min Yoongi
FanfictionKemy una chica de 17 años conoce a Yoongi, un chico nuevo en su instituto. Kemy siente intriga por este chico hasta que descubre su verdad. ¿Podrá ayudarlo? ¿o caerá en lo mismo? Hola! espero que les guste mi nueva historia, si hay errores los iré...