Capítulo 21: Verdades a medias.

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Notas: Y como pueden ver no pude terminar el capítulo de "lobo carmesí" estoy teniendo problemas pero lo tendré para el próximo miércoles, por ahora les dejo este, disfruten.

Capítulo 21: Verdades a medias.

"Las conversaciones son siempre peligrosas si se tiene algo que ocultar" – Agatha Christie.

Las aves cantaban con alegría y emoción, la nieve fuera de la ventana parecía cubrirlo todo como una purísima manta blanca pasos apresurados pronto se escucharon, la puerta abriéndose debió alertarles no fue hasta que un cuerpo cayó sobre ellos que aquéllos chicos se levantaron.

- ¡Demonios Evie! – gruño el mayor de ellos empujando a la chica que saltaba de alegría en la cama en medio.

- ¡Es navidad Jay! – chillo emocionada abrazándole – nuestra primera navidad real – aplaudió levantándose de la cama – en Auradon, como una familia – y sin darles tiempo jalo las sabanas para que Cameron no pudiera ocultarse más debajo de esta.

- Levántense de una vez- Mal desde la puerta gruño aun con su camisón – Ben nos espera para desayunar – se acercó a la cama para jalar a la princesa emocionada que solo asintió – tienen cinco minutos – y tras decir eso salió de la habitación.

Cameron se estiro como un gatito bebe, adoraba tanto compartir cama con Jay no tenía que preocuparse por las pesadillas de este y al mismo tiempo lo hacían descansar mejor, el saber que este joven estaba a su lado todo el tiempo incluso mientras dormían le hacía dejar de temer.

Pues su mayor miedo era despertar en otro lugar.

Jay rio al verlo como todas las mañanas murmurar y gruñir mientras se estiraba hizo lo mismo solo flexionando los brazos para después ponerse de pie.

- Feliz navidad – dijo Cameron inclinándose en la cama y estirando los brazos para que este se acercara a abrazarle.

- ¡Uh! – fue lo único coherente que salió de la boca del árabe.

- Este es el momento en el que dices lo mismo y luego me besas – dijo como si fuera obvio causando que Jay solo rodara los ojos.

- Feliz lo que sea – gruño lanzándose a besar su boca.

Salieron cinco minutos después solo porque si no lo hacían sabían bien que Mal les arrastraría hasta el comedor, nada más llegar a las escaleras el chillido de Evie les hizo tomar un camino muy diferente a la del comedor, pronto se encontraron frente al enorme árbol de navidad donde la noche anterior bebieron chocolate caliente frente a la chimenea, el más grande y frondoso de todos en el castillo aquel que lucía finos adornos en oro y plata.

- Tenemos obsequios – la princesa emocionada apareció frente a ellos de la nada prácticamente, bueno no pero aún les distraía dicho árbol – Santa Claus trajo obsequios – enfatizo agitando un enorme presente en sus rostros.

Un nuevo y conocido mundo (Jaylos)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora