18. "Perder" (Segunda temporada)

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Sin decirme más nada se dispone a subir las escaleras, pero lo detengo del brazo antes de que pise el primer escalón...

-Lali --ladea la cabeza, rogando porque lo suelte--.

Solo miré mi mano y la bajé un poco más para entrelazarla con la suya.

-Te amo Benjamín --digo quebrada--. Y vos también a mi --por supuesto, no puedo mirarlo--. Te necesito mucho para ser feliz, Benja --lo miré por fin--.

-N...no...no pued...

Quiere hablar pero no lo logra. Sus ojos están rojos, irritados. Y sus labios se entreabren y cierran impidiéndole dar una respuesta.

Me acerqué muy levemente, para quedar de frente. Mi corazón late con fuerza, demasiada fuerza.

-No te escapes --le supliqué, con voz triste--.

Sorprendiéndome por completo, él avanza también hacia mi. Su mirada está gacha, no quiere asumir lo que está haciendo. Se está entregando y no pienso descartar la oportunidad.

Subí mis manos a su mejilla y lo besé. Sí, lo besé. Sólo como un pico. Mi intención es que él se largue, que él también quiera besarme.

-No hagas eso --frunce las cejas y niega con la cabeza--.

-Mirame --busqué sus ojos--.

Junta los labios haciendo fuerza para retener las lágrimas y aún así una de ellas cae. Siento mi mundo desmoronarse, pero el aire vuelve a mí cuando me abraza. Sí, me está abrazando en este mismo momento.

-No me hagas romper con mi promesa --suplica, respirando en mi cuello--. No quiero que...

-Benja --volví a sus mejillas--. Amame. A veces tenés que perder. Que nuestro amor gane.

Agacha nuevamente su cabeza y se limpa las lágrimas para después mirarme.

-¿Por qué?

-¿Por qué...qué? --pregunté, con mucho miedo--.

-¿Por qué es tan difícil dejar de quererte?

Sonreí sin pensar, como si lo que me dijo fuese irreal.
Se acercó dejando una mano en mi mejilla y la otra en mi cintura.

-Perdí --dice, con voz firme. Se acerca hasta que la comisura de sus labios toquen los míos, y entoces continúa sin poder controlarse. No puede detenerse, y yo mucho menos. Le acaricio el pelo y él me abraza con mucha más fuerza. Gané, gané esta vez. Y creo, con mucha seguridad, que él también--.

-Te amo para siempre --me susurra, clavándome sus ojos acielados--.

-¿No me vas a dejar? --le pregunté, y mis ojos le suplicaban que no lo hiciera--.

-Al parecer no puedo --sonríe, y me besa nuevamente--.

No me dejes - Benjali (Sin Editar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora